Sant Jordi regresa a la calle pero pierde fuelle: "Venderé un tercio de lo normal"

Las rosas y los libros volverán conquistar, aunque con cautela, las calles de las ciudades catalanas. La edición pasada de Sant Jordi, que conmemora al patrón de Cataluña,  tuvo que aplazarse al mes de julio del año pasado en pleno estado de alarma. Pero, a pesar de la alternativa "veraniega", la facturación solo alcanzó un 25% respecto 2019, según anunció la Cámara del Libro. En términos anuales, la venta en 2020 fue de un 32% respecto a 2019, lo que supuso un recorte del 68% en los ingresos, según el Gremio de Libreros de Cataluña.  Este año la jornada vuelve a las calles. Las librerías de Barcelona se preparan para  sacar adelante el día del libro y la rosa, adaptándose a los requisitos anunciados hace un mes por la consellera de Cultura, Àngels Ponsa: espacios seguros en cada uno de los diez distritos con librerías y floristerías, aforo de un máximo del 50% en tiendas con ese género, al 30% en espacios abiertos y firmas de libros. 

En la librería 'La Imposible', situada en Provença, saben que costará volver al modelo anterior en San Jordi, pero celebran poder abrir la tienda y colocar, como es tradición,  un punto de venta en la calle.  Además, poder vender tres días supone un cambio sustantivo al 'experimento' de verano. Más días, más fácil el reparto de demanda y, por tanto, el control sanitario.  "El día 23 tendremos jornada de firmas. Cada año programábamos 8 por franja horaria, pero este año vendrán 2 autores. Es el contexto en el que tenemos que vivir y esperamos, como mínimo, igualar la facturación de julio", explica la encargada de la librería.

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La pandemia también ha impactado de lleno, a nivel social, en la concepción de la lectura. Y, por tanto, en el modelo de negocio. Como explican desde 'Lo Imposible', ahora la campaña "es más gradual" debido a una "lectura más continuada". Sant Jordi suponía un importante repunte para las editoriales y libreros, pero ahora, ya no es la fecha que era: "Hemos notado un cambio. Antes había campañas, como la de navidad y luego seguía un tiempo frío en la compra de libros. Esperábamos el día y la semana de Sant Jordi", explica la librera, y hace una reflexión sobre porqué ya no es así: "Creo el libro ha acompañado mucho esta cuarentena", igual suena romántico, pero este año ha sido un compañero excelente en la cuarentena. Las facturaciones son diferentes, están más espaciadas en el tiempo". 

En la librería 'Central de Mallorca', la sede originaria de la firma con  un fondo de 85.000 volúmenes, también han vivido ese trabajo contante y gradual. Explican a La Información que, a pesar de haber sido "un año bastante duro", la gente ha seguido comprando, indispensablemente de las campañas. "Se ha quedado todo repartido, y ahora empezamos a notar que llega Sant Jordi por los encargos previos que estamos recibiendo", comentan. Calculan que Sant Jordi supondrá un tercio de la caja de una jornada festiva pre-pandémica y que, a pesar de todo, están contentos: "Las librerías hemos tenido trabajo, no nos podemos quejar". 

Entre las nuevas dinámicas de ventas a raíz de la pandemia también destacan el incremento de libros en formato digital, que han aumentado hasta un 43% en 2020 según Libranda y la televenta en librerías. En este sentido, la encargada de 'La Imposible' afirma que el canal online ha aumentado exponencialmente en la tienda, logrando que servicios puntuales ahora se normalicen: "Es una herramienta para facilitar el envío y una alternativa para personas que aún no se han vacunado. Así les llevamos el libro a casa". 

Por último, desde el Gremio de Libreros de Cataluña celebran poder "recuperar la fecha". Están convencidos que la gente responderá y saldrá a la calle: "Será un éxito, a pesar de todas las limitaciones de aforo y movilidad", explican fuentes del Gremio. El órgano aúna 300 librerías en toda Cataluña y cuenta que la repercusión de la Covid ha sido desigual en el territorio. "El teletrabajo ha favorecido la proximidad, por lo que esas librerías tienen niveles de venta similares a periodos de pre-covid. Si cogemos la totalidad de los ingresos encontramos una media de un 10-15% de facturación con un aforo del 30%, especifican. Un Sant Jordi anómalo pero, al menos, un Sant Jordi.