CCOO y UGT sacan a miles de personas a la calle contra la reforma de pensiones

Madrid.- Los sindicatos CCOO y UGT sacaron hoy a la calle a miles de personas en diez ciudades españoles para pedir al Gobierno que retire su propuesta de reforma de pensiones, que se centra en retrasar en dos años (hasta los 67) la edad legal de jubilación.

En el cierre de la manifestación de Madrid, en la que, según los organizadores participaron más de 70.000 personas y sobre la que la Policía no quiso dar cifras, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, dijo que en Barcelona la protesta la secundaron 50.000 ciudadanos.

En el caso de Oviedo los protestantes ascendieron a 40.000, en Valencia a 25.000 y en Alicante a 10.000, según el dirigente de CCOO.

Bajo el lema "En defensa de las pensiones. No al retraso de la jubilación. La solución no es recortar la protección social" ambos sindicatos han celebrado sus manifestaciones sin incidentes.

Hoy es el primer día de movilizaciones que se extenderán otros once días más, en los que en total se convocarán 57 manifestaciones por toda España.

La idea es "defender con uñas y dientes, hasta donde dé nuestra capacidad, los derechos laborales y sociales" de los trabajadores, porque, aseguró Toxo, la crisis no la han provocado los asalariados y, por tanto, no la deben pagar ellos.

Para Méndez la propuesta de retrasar dos años la edad legal de jubilación es una "amenaza" ante la que los sindicatos deben responder, ya que provoca "desolación", "desánimo" y "rechazo" en la inmensa mayoría de al ciudadanía.

El líder de UGT la comparó con un "trozo de carne que se pone en la nariz de los tiburones financieros" para que se coman el sistema público de pensiones.

Por ello, pidieron al presidente del Gobierno que la retire y que empiece a negociar de nuevo el futuro de las pensiones en España.

Según Toxo, el Ejecutivo tuvo ayer una oportunidad de rectificar, cuando el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, compareció en el Congreso de los Diputados.

Por ello, emplazó a Zapatero a que lo haga "mañana mismo", mientras que Méndez advirtió al Gobierno de que su plan de austeridad para recortar 50.000 millones el gasto público puede dificultar "gravemente" la recuperación y le aconsejó que, en vez de recortar derechos sociales, suba los impuestos a los más ricos.

En la marcha de Madrid también participó el ex secretario general de UGT Nicolás Redondo, quien destacó que había motivos para convocarla y afirmó que espera que haya soluciones, aunque la manifestación le traía "recuerdos no especialmente gratos".

Tras la de Madrid, la de Barcelona fue la que congregó más detractores de la reforma -según la Guardia Urbana 10.000 y según los sindicatos 50.000-.

Gerona, Tarragona, Lérida y Tortosa han sido otras de las ciudades catalanes, en las que en un tono festivo, se ha pedido al Gobierno que no siga adelante.

En Oviedo, ambas centrales sindicales han movilizado a 40.000 personas por las calles del centro, entre ellas los dos consejeros que tiene IU en el Gobierno autonómico que preside el socialista Vicente Álvarez Areces.

En Valencia, se ha calificado la medida del Gobierno central de "desaforada" y se ha pedido al presidente del Ejecutivo valenciano, Francisco Camps, que asuma su responsabilidad respecto a la actual tasa de desempleo que registra esta comunidad.

Para Méndez el Gobierno debe escuchar el "clamor" que hoy han manifestado los trabajadores en la calles de toda España y "aprender la lección".

Por si acaso, Toxo le transmitió a Zapatero que "seguiremos en la movilización y las dos próximas semanas España seguirá siendo un clamor" contra la propuesta de reforma de las pensiones.

Por la mañana, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió a escuchar a los sindicatos y se mostró convencido de que se llegará a un acuerdo, porque "no es un Gobierno, ni lo va a ser, de decretazos".

En la polémica entró el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, quien consideró que situar la jubilación en los 67 años "contribuiría de forma significativa" a equilibrar el sistema público de pensiones.

Desde el PP, su presidente Mariano Rajoy se refirió a las manifestaciones como "un problema" de Zapatero.