Madrid, 11 jul.- El rey Juan Carlos I de España visitará Marruecos la semana próxima invitado por el monarca alauí, Mohamed VI, acompañado de cinco ministros y nueve exministros de Asuntos Exteriores, un gesto que la Casa Real española presenta como una atención especial hacia el país anfitrión.
También formarán parte de la delegación española un grupo de 27 presidentes de las principales empresas del país, así como los dirigentes de las mayores asociaciones empresariales españolas, una delegación de rectores de universidad y el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha.
El programa de la visita, que comenzará el lunes y terminará el jueves, incluye una intensa agenda de actos, pese a celebrarse en pleno Ramadán, y en tres de ellos el rey Juan Carlos pronunciará sendos discursos sobre las relaciones con Marruecos.
Fuentes diplomáticas califican de "excelentes" las relaciones entre ambos países y destacan ambiente propicio para el refuerzo de los lazos, pensando en consolidar una "asociación estratégica".
En el ámbito económico, durante la visita se celebrará un importante encuentro empresarial hispano-marroquí; en el cultural, el acto de entrega de unos manuscritos árabes procedentes de la biblioteca de San Lorenzo de El Escorial, y en el educativo, una reunión entre rectores de universidades de ambos países.
El monarca español llegará a Rabat el lunes, y será recibido a pie de avión por Mohamed VI, con quien mantendrá una cena privada.
La llegada de la delegación española está prevista para el día siguiente, en que ambos monarcas harán una ofrenda ante el Mausoleo de Mohamed V; después tendrá lugar la reunión empresarial.
Por la tarde, ambos inaugurarán la exposición "25 Años de cooperación hispano-marroquí", en la Biblioteca Nacional, con la entrega de copias digitales de los manuscritos árabes, y presidirán en el Palacio Real una cena oficial ofrecida por Mohamed VI.
Allí estarán presentes los ministros de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo; Justicia, Alberto Ruiz Gallardón; Interior, Jorge Fernández Díaz; Fomento, Ana Pastor e Industria, José Manuel Soria, pero también nueve extitulares de Exteriores de la democracia.
Salvo Fernando Morán, cuyo estado de salud le impide hacer este viaje, han confirmado su presencia todos los demás, tanto de gobiernos del PSOE como del PP: José Pedro Pérez-Llorca, Marcelino Oreja, Javier Solana, Carlos Westendorp, Ana Palacio, Abel Matutes, Josep Piqué, Miguel Ángel Moratinos y Trinidad Jiménez.
El haber sido invitados por el rey Juan Carlos a acompañarle constituye un gesto extraordinario y significativo que hace patente la relevancia que el monarca español quiere dar a su primer viaje oficial en muchos meses, y de hecho aplazado por su operación del pasado 3 de marzo.
La jornada del miércoles se concentrará en el Palacio Real de Huéspedes, residencia de don Juan Carlos durante su estancia, donde recibirá al primer ministro marroquí, Abdelilah Benkirán, a los presidentes de las dos cámaras legislativas de Marruecos.
Concluirá el día en la embajada de España en Rabat, con una recepción a representantes de las principales instituciones españolas.
La estrecha relación que existe entre los dos monarcas constituye una de las claves de esta visita, y se considera una "ventaja" para las relaciones bilaterales, según fuentes diplomáticas, porque más allá de lo político tiene trascendencia en lo económico y comercial.
Marruecos es el segundo mayor destino de las exportaciones españolas fuera de la UE, después de EEUU, y el año pasado su volumen de comercio con España alcanzó los 5.300 millones de euros, desbancando a Francia como primer socio comercial.
Muchas empresas españolas ven al vecino del sur como un mercado lleno de posibilidades de futuro, en sectores como las infraestructuras o el energético, y no en vano hay destacadas compañías de estos sectores en la relación de firmas invitadas al viaje, como Acciona, Abengoa, OHL, Ferrovial, Endesa, junto a otras como Telefónica, Iberia, Indra o Inditex.
Unas 800 empresas españolas están establecidas en Marruecos y unas 20.000 mantienen de alguna forma vínculos comerciales con ese país.
En el plano político, España valora la estabilidad de Marruecos, en un área geográfica sometida a tensiones y convulsiones que pueden considerarse históricas, y reconoce los esfuerzos reformistas liderados por el propio Mohamed VI.
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