CiU busca una "mayoría tranquila" y el PSC se afana en movilizar a su votante

  • Barcelona.- CiU trabaja con la convicción de que tiene al alcance de su mano gobernar la próxima legislatura en Cataluña con una "mayoría tranquila" de más de 60 diputados, mientras el PSC se afana en movilizar a su electorado para superar "un momento difícil".

El PSC admite que atraviesa un momento difícil y se propone movilizar a su votante
El PSC admite que atraviesa un momento difícil y se propone movilizar a su votante

Barcelona.- CiU trabaja con la convicción de que tiene al alcance de su mano gobernar la próxima legislatura en Cataluña con una "mayoría tranquila" de más de 60 diputados, mientras el PSC se afana en movilizar a su electorado para superar "un momento difícil".

Aunque los últimos sondeos agrandan la diferencia entre CiU y PSC, ya que auguran que los socialistas pueden bajar de los 37 escaños actuales hasta treinta, o incluso a 28, ni unos se confían ni los otros caen en el desánimo.

El secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, ha comentado hoy que la mayoría absoluta, situada en 68 diputados del total de 135 escaños del Parlament, parece "muy difícil" de alcanzar, y ha llamado a no "distraerse" ni relajarse por esta ventaja, puesto que la federación aspira a gobernar "sin hipotecas".

Los convergentes calculan que con al menos 62 o 63 escaños sería relativamente sencillo encontrar apoyos parlamentarios suficientes y variables para sustentar las políticas del Govern sin sobresaltos.

Por su parte, tras la ejecutiva del PSC, que ha abordado entre otros asuntos la evolución de los sondeos, el portavoz del partido, Miquel Iceta, ha subrayado que el PSC afronta las elecciones del 28 de noviembre con "gran optimismo" y que se toma estos pronósticos como un "estímulo" para aplicarse "a fondo" en intentar revertir la tendencia.

Aún así, ha admitido que hay "poca movilización" del electorado socialista, y que cambiar esta tendencia será una de las "prioridades" del partido en estos dos meses.

Entre tanto, el PSC ha precisado hoy que su Comisión Electoral se reunirá de miércoles a viernes para confeccionar las listas electorales, cuya principal incógnita es quién ocupará el número dos de la candidatura por Barcelona.

En este contexto, CiU y PSC no empezarán a pactar las condiciones de los dos 'cara a cara' que deberían mantener José Montilla (PSC) y Artur Mas (CiU) hasta que no se convoquen los comicios, algo previsto para el 4 de octubre, aunque la negociación se presume complicada.

Por otra parte, el resto de los partidos catalanes han centrado hoy su atención en la huelga general del próximo miércoles, que el PSC rechaza aunque respeta y que CiU entiende a pesar de desmarcarse de ella.

De hecho, Puig ha advertido hoy de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es capaz de dejarse doblegar por los sindicatos y dar "marcha atrás" a su reforma laboral si la huelga general del 29-S es un éxito.

ERC e ICV-EUiA, que en los últimos días han aumentado la presión para que Ascó (Tarragona) no acoja el almacén nuclear, redoblan sus esfuerzos para lograr que la jornada de protesta del miércoles sea un éxito.

El secretario general de ERC, Joan Ridao, ha llamado hoy a secundar la huelga para rechazar "la deriva neoconservadora y liberal" del Gobierno, y ha insistido en que los catalanes tienen "motivos añadidos" para secundar la huelga, porque Cataluña se ha quedado sin instrumentos propios para afrontar la crisis después de la sentencia sobre el Estatut dictada por el Tribunal Constitucional".

También ICV-EUiA ha mostrado hoy su compromiso con la huelga, y su candidato a la Generalitat, Joan Herrera, ha llamado a aplicar un "correctivo democrático" a Zapatero.

En cambio, la presidenta del PP catalán, Alícia Sánchez-Camacho, crecida por las buenas expectativas que dan las encuestas a su partido, al que considera "clave" para determinar el próximo Govern, se ha pronunciado en contra de la huelga, que cree que, al repercutir negativamente en la recuperación económica de Cataluña y de España, "sólo destruirá trabajo".

Por su parte, el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, ha opinado que aunque hay "motivos de sobra desde hace tres años para salir a la calle por las políticas equivocadas de Zapatero", la convocatoria de huelga general "llega tarde y mal", y ha pedido una jornada "sin trampas".

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