Cospedal deja la política: abandona el Congreso y pide al PP que cierre filas

  • La exsecretaria general de los populares renuncia a su acta de diputada tras el escándalo por los audios de su marido con Villarejo.
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EFE

María Dolores de Cospedal ha anunciado que renuncia a su escaño de diputada en el Congreso tras la publicación de los audios que relacionaba a ella y su marid, Ignacio López del Hierro, con el excomisario Villarejo. La que fuera exsecretaria general del PP y ministra de Defensa toma esta decisión tras anunciar esta misma semana que también abandona la Ejecutiva de Pablo Casado.

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En una carta publicada en su perfil de Twitter la exdirigente popular ha pedido a su formación que "cierren filas ante las injusticias" y se despide pidiendo "perdón" a sus compañeros populares de Castilla La Mancha y de Toledo "porque me hubiera gustado contarles mi renuncia personalmente".

"Me marcho agradecida a mis amigos, entre ellos muchos compañeros, que tanto cariño y apoyo me han dado siempre. Doy las gracias de todo corazón a los militantes del Partido Popular. Ellos han sido siempre mi inspiración. Agradezco inmensamente la confianza de toda la gente que me votó y me ayudó a ganar dos veces las elecciones en mi tierra. Gracias, sobre todo, a la gente que ha confiado en el Partido Popular. Sigo convencida de que es el partido que necesitan los españoles. Ha sido un honor ser presidenta de mi región y ministra de Defensa. Esté donde esté a partir de ahora, vaya donde vaya, seguiré trabajando por el futuro de mi país", finalizó su comunicado.

La exsecretaria general de los populares ha terminado por abandonar la primera línea política para, según dice en su comunicado, no perjudicar al partido en el próximo escenario electoral que tendrán lugar en Andalucía. "Hoy dejo mi escaño. Lo hago para liberar al Partido Popular de cualquier ataque, por muy injustificado que este sea sobre todo cuando estamos en un importante proceso electoral en Andalucía", asegura la expresidenta de Castilla-La Mancha en un comunicado difundido en su cuenta de Twitter.

Según dice, desde el último Congreso Nacional del PP en julio pasado, en el que fue elegido Pablo Casado presidente del partido, tenía decidido abandonar la política, lo que hubiera hecho "dentro de unos días" al término "de una transición ordenada de sus responsabilidades". "Nunca pensé que lo fuera a hacer en un ambiente así (...) No he hecho nada de lo que me sienta avergonzada, pero después de reflexionarlo más he querido adelantar mi decisión unas fechas", ha añadido, después de admitir que, aunque ha cometido "muchos errores" en su vida, su interlocución con Villarejo hace nueve años "no es uno de ellos".

En la carta, Cospedal reitera su "absoluta tranquilidad de conciencia" ante lo que hizo, que fue, según ella, "escuchar y pedir aclaraciones" en su papel de secretaria general. Insiste a este respecto en que su "obligación" era saber lo que estaba ocurriendo y procuró por todos los medios a su alcance, "dentro de los límites de la ley", conocer la problemática que vivía su partido, especialmente cuando empezaron a conocerse casos de corrupción vinculados a personas del PP. "Si es un pecado mortal haber hablado con un comisario de policía que por aquel entonces -no lo olvidemos- acaba de ser condecorado por el entonces ministro del Interior del PSOE, entonces me equivoqué", admite.

Lo que sí es seguro, subraya, es que se equivocó al pedir a su marido que la ayudara en la interlocución con Villarejo. "Ahora él está pagando por haberme ayudado a tratar de tener una visión más clara de lo que estaba ocurriendo", se lamenta sobre la situación de su esposo. Después de recalcar que lo que hizo fue lucha "contra los que traicionaron" al PP, dice: "Ha sido un trabajo ingrato y difícil, pero tampoco me he arrepentido nunca. Se lo debía a mi gente y también a todos los españoles"

También asegura que siempre ha defendido el honor del PP y de toda su militancia y dice que lo volvería a hacer "de la misma manera". "Nunca he tenido que mentir, nunca lo he hecho. Siempre he dicho la verdad. Y la verdad es que nunca ordené ni encargué espiar a nadie. Pedí más información para confirmar si eran ciertas cuestiones concretas que me habían hecho llegar y que podían afectar a determinadas personas. Esa era mi responsabilidad", explica.

La ex número dos del PP pide unidad desde el convencimiento de que "un partido que no es capaz de defender a los suyos cuando están siendo injustamente atacados no puede esperar que los ciudadanos confíen en él". "Cuando tus adversarios políticos detectan que tu fortaleza es vulnerable, los ataques se multiplican", avisa.

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