Cultura, política y economía en segundo día de la visita de Estado de Raúl Castro a Francia

  • El presidente cubano, Raúl Castro, se reunía este martes con altas autoridades políticas francesas, en el segundo día de su visita de Estado a Francia, que abre una nueva página en las relaciones internacionales de la isla y en sus esfuerzos por poner fin al embargo norteamericano.

Cultura y política dominan la apretada agenda de Castro, que empezó la del segundo día de su visita de Estado a Francia con una reunión con la directora general de la UNESCO, Irina Bokova, quien lo felicitó por "el proceso de transformación y apertura" de su país, según fuentes de la organización con sede en París.

Castro y Bokova destacaron las excelentes relaciones bilaterales entre Cuba y la UNESCO, cuya sede regional latinoamericana está en La Habana.

El primero reiteró en el encuentro que "Cuba está dispuesta a colaborar con todos los países del mundo", recordando su papel de mediadora en el proceso de paz colombiano y su ayuda para combatir la epidemia de ébola en África, según las mismas fuentes.

El presidente cubano se reunió después con el presidente de la Asamblea Nacional, Claude Bartolone.

Tras un almuerzo con el presidente del Senado, Gérard Larcher, mantendrá reuniones por la tarde con la alcaldesa de París Anne Hidalgo y con el primer ministro Manuel Valls.

Por la noche, su programa oficial concluirá con una visita al Museo del Hombre, recientemente restaurado.

En el capítulo económico, el vicepresidente Ricardo Cabrisas y el ministro de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca, que acompañan a Castro en el viaje, se reunieron con empresarios franceses en la sede del MEDEF, la principal organización empresarial francesa, donde recalcaron el compromiso de Cuba de diversificar sus relaciones comerciales una vez que sea levantado el embargo impuesto por Estados Unidos al país.

"Les puedo asegurar que está muy lejos de nuestra intención que (nuevos) empresarios desplacen a los de otros países que han estado durante todo este tiempo trabajando con nosotros con éxito", dijo Malmierca.

"Lógicamente, no vamos a bloquear a los empresarios de Estados Unidos, también serán bienvenidos", pero tenemos "una fuerte vocación de diversificación de nuestras relaciones económicas".

"No queremos volver a depender de un solo mercado en el futuro", dijo el ministro, como fue el caso en la historia de Cuba con Estados Unidos después de la independencia y con la URSS después de la revolución.

"Queremos separar al Estado de la dirección empresarial", afirmó, recalcando que los empresarios cubanos "tienen que reaccionar" ahora sin esperar "orientaciones del gobierno".

Estas afirmaciones reflejan una nueva política cubana, que se verá favorecida por el acuerdo firmado el lunes en París sobre la deuda cubana con Francia, en la estela del alcanzado en diciembre por La Habana con el Club de París, y el respaldo dado a Cuba por el presidente francés François Hollande en el plano internacional, estima el investigador Jean-Jacques Kourliandsky.

"Cuba se orienta hacia un modelo a lo chino, con una economía más abierta y un sistema político bajo control", considera Kourliandsky, especialista en América Latina del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS) de París.

Hollande instó el lunes a Estados Unidos a levantar totalmente el embargo a la isla, que calificó de "vestigio de la Guerra Fría", y afirmó que hoy se abre "una nueva página de la historia entre Francia y Cuba, y más allá entre Europa y Cuba, y mañana entre el mundo y Cuba".

bur.mc/age

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