Defensa primero, contraataque después

  • Dos días ha esperado Mariano Rajoy para salir a defender a su candidato a las europeas, Miguel Arias Cañete, y para ello, el presidente del Gobierno ha puesto encima de la mesa el principal argumento con el que le "vende" el PP: su preparación y su experiencia europea.

Patricia de Arce

Cuenca, 18 may.- Dos días ha esperado Mariano Rajoy para salir a defender a su candidato a las europeas, Miguel Arias Cañete, y para ello, el presidente del Gobierno ha puesto encima de la mesa el principal argumento con el que le "vende" el PP: su preparación y su experiencia europea.

Y como si de fútbol fuera la cosa, Rajoy ha pasado de su defensa a Cañete al contraataque, y sin dar rodeos ha dicho que, hoy por hoy, no se puede votar al PSOE, y los socialistas necesitan regenerarse, cambiar y aprender para volver a optar a la confianza de los ciudadanos.

Ha sido en Cuenca, en un mitin ante más de 2.000 personas, cuando se ha podido ver y escuchar al Rajoy más mitinero de todos estos días.

Aunque el presidente del Gobierno haya repetido parte de su guión de campaña -subrayando el inicio de la recuperación, recordando la "herencia" socialista o advirtiendo de la "inutilidad" de votar a las formaciones pequeñas-, hoy ha querido introducir la loa a su amigo Cañete y el menosprecio a los socialistas.

Ayer, en Barcelona, todos esperaban el mensaje del presidente contra las pretensiones soberanistas catalanas, tal vez por eso no dedicó tanto tiempo a su candidato, y eso que estaba presente.

Rajoy ha optado por hacerlo hoy, por si había alguna duda del apoyo y afecto que le sigue profesando a Cañete después de que el candidato haya pasado su momento más duro esta campaña tras decir que no quiso mostrar "superioridad intelectual" sobre la socialista Elena Valenciano para que no se le tachara de machista.

El "mejor" candidato, el más preparado, el que se conoce "todos los resortes" de la UE, el que ha dejado ya "huella" en Europa, el que "nunca vuelve de Bruselas con las alforjas vacías, sino con la batalla ganada"... Han sido innumerables los elogios de Rajoy para quien encabeza la candidatura de su partido.

Pero no ha sido al único: también María Dolores de Cospedal se ha llevado su dosis de cumplidos cuando Rajoy le ha agradecido -como hiciera en Toledo cuando se presentó la lista de las europeas- su trabajo en los momentos "difíciles" que ha vivido el PP, aludiendo, sin citarlo, al caso Bárcenas, y le ha augurado más años al frente del Gobierno de Castilla-La Mancha.

El partido en esta región se ha volcado para llenar el pabellón deportivo María Recuero, que se ha quedado pequeño y ha sido, tras el de Zaragoza del primer día de campaña, el acto de Rajoy que ha contado con más participantes.

No faltaba de nada en este mitin, desde los típicos sombreros y banderas que entregan los populares a sus simpatizantes en los mítines a un puesto ambulante que vendía todo tipo de artilugios: llaveros con los rostros de Cospedal, Rajoy o el presidente fundador, Manuel Fraga, relojes con la correa roja y amarilla o manoplas con la bandera de España.

Y una tuna, que ha llegado antes de que lo hiciera Rajoy pero que, para disgusto de quienes esperaban escucharla, no ha cantado nada a la llegada del presidente.

Después, antes de su regreso a Madrid, se ha mostrado optimista ante los periodistas con los resultados de las elecciones y ha quitado hierro a las encuestas, bromeando incluso con que sólo le convencen las favorables.

Queda el esprint final, siete días hasta la primera cita con las urnas desde que llegó a la Moncloa, y a Rajoy le esperan cuatro grandes mítines, tres de ellos con Cañete, para seguir pidiendo el voto.

Habrá que ver cuál de los dos Rajoy sale a escena, o si lo hacen ambos: el presidente con sus argumentos económicos y el mitinero contraatacando a los socialistas.

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