El director para las Américas de Transparencia Internacional asegura que el caso Odebrecht lo cambió todo

  • Salas señala que los casos de corrupción en la región han logrado movilizar a la población para exigir transparencia
EUROPA PRESS

El director para las Américas de Transparencia Internacional, Alejandro Salas, ha asegurado este martes que la trama de pago de sobornos de la empresa brasileña Odebrecht "ha cambiado por completo la percepción de la corrupción en América Latina" y ha destacado la importancia de que "la opinión pública y la comunidad internacional presionen a los gobiernos".

"Los casos de corrupción en Brasil tienen un lado positivo, y es que han demostrado que en el país existen autoridades valiosas como los jueces o los fiscales, que son quienes están dando la cara. Son elementos que están demostrando que sí se puede luchar contra la corrupción", ha señalado Salas durante una conferencia celebrada en la Casa de América de Madrid.

"Esto ha generado una competencia en la región. Cuando se conoció el escándalo, Colombia fue el primer país en reaccionar en este sentido y poner en marcha una serie de medidas contra la corrupción. Esto es un aspecto positivo. El dinero se esconde en paraísos fiscales y cruza fronteras. Es necesaria la colaboración entre los diferentes países para acabar con la corrupción, y antes no la había", ha afirmado.

La corrupción constituye uno de los principales problemas en el continente, donde la ciudadanía presenta cada vez una menor tolerancia al respecto. El Índice de Control de la Corrupción del Banco Mundial, sitúan entre los primeros países de la lista a seis de los veinte estados de la región.

Según Salas, la población ha reaccionado ante los escándalos y la corrupción ha adquirido una mayor visibilidad en América Latina, donde "hay problemas sistémicos graves pero hay instituciones que sí están funcionando".

La visibilidad de casos de corrupción como el de Petrobras y Odebrecht en Brasil, Casa Blanca en México, La Línea en Guatemala y el Negociazo en Perú, entre otros, han provocado una reacción social por parte de la población que, según Salas, resulta "absolutamente necesaria" en la lucha contra la corrupción.

LA CALIDAD DE LA DEMOCRACIA

"La riqueza no es un factor determinante. Venezuela es el país que presenta una mayor corrupción y no es de los más pobres de la región", ha manifestado Salas, que ha indicado que la calidad de la democracia sí es un valor relevante.

"La captura de las instituciones por el Ejecutivo y el partido en el poder deja sin contrapeso al poder. En estos países la prensa se encuentra bloqueada o ha sido comprada. El motivo por el que Venezuela está tan mal es la falta de control sobre el poder. En Chile y Uruguay esta corrupción no está extendida ni normalizada", ha aseverado Salas.

Por su parte, el catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid Manuel Villoria ha instado a reducir la discrecionalidad e introducir controles. "Es necesario que se transforme todo, especialmente la cultura cívica. Es necesario un movimiento de acción conjunta", ha aseverado.

Villoria ha explicado que la dificultad a la hora de acabar con la corrupción reside en el control del poder y ha señalado que para ello es necesario establecer un servicio civil meritocrático, así como una solidez institucional.

CORRUPCIÓN ADMINISTRATIVA

"Los chilenos tienen respeto a la Policía. En México la mitad de la población que trata con las fuerzas de seguridad acaba dando a los agentes una mordida. Este tipo de corrupción parece inofensiva, pero acaba desgastando por completo las instituciones", ha asegurado Salas.

"Esto hace que la Policía deje de ser una institución en defensa de la ciudadanía para convertirse en una herramienta al servicio del narcotráfico y el crimen organizado", ha manifestado el mexicano, que ha indicado que la población cada vez entiende mejor que la situación les afecta directamente.

Casi dos millones de personas se manifestaron en la ciudad de Sao Paulo hace un año para exigir la renuncia de la expresidenta brasileña Dilma Rousseff debido, principalmente, a la fuerte recesión económica que atravesaba el país. Las protestas también se centraron en el caso de corrupción que envolvía a su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva.

"Es clave que haya un verdadero registro de los propietarios de las empresas. Se trata de una medida de transparencia muy clara contra la corrupción. Los medios deben señalar dónde se están dando casos de este tipo", ha señalado Salas.

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