El director de la Policía colombiana, único cargo que queda de la era Uribe

  • El director de la Policía Nacional de Colombia, general Óscar Naranjo, es el único cargo que se mantuvo hoy tras la reestructuración en las Fuerzas Armadas anunciada por el presidente Juan Manuel Santos, y también el único que no ha sido relevado desde el Gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010).

Ovidio Castro Medina

Bogotá, 6 sep.- El director de la Policía Nacional de Colombia, general Óscar Naranjo, es el único cargo que se mantuvo hoy tras la reestructuración en las Fuerzas Armadas anunciada por el presidente Juan Manuel Santos, y también el único que no ha sido relevado desde el Gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010).

Naranjo, quien ha protagonizado los golpes más sonoros dados a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en los últimos años, fue nombrado director de la Policía el 17 de mayo de 2007 por el expresidente Uribe.

La "Operación Jaque", por la que fueron rescatados en 2008 quince secuestrados, entre ellos la excandidata presidencial Ingrid Betancourt, y la "Operación Fénix", que llevó ese mismo año a la muerte en Ecuador del que fuera número dos de las FARC, alias "Raúl Reyes", están en la lista de éxitos policiales que se le atribuyen.

El más reciente golpe, realizado de forma conjunta por la Policía y las Fuerzas Militares, fue el bombardeo al campamento del exjefe militar de esa guerrilla, alias "Mono Jojoy", en 2010, que acabó con la vida del guerrillero y puso en tela de juicio el poderío de la guerrilla.

Un ferviente investigador desde sus inicios como policía, Naranjo fue enviado por el expresidente Andrés Pastrana (1998-2002) a Londres como agregado de la Policía.

Regresó a Colombia cuando Uribe, ya en el poder, lo designó comandante de la Policía de Cali, en el suroeste del país, desde donde comenzó a combatir a los poderosos carteles de la droga.

Después de varios años y de ocupar distintos cargos al interior de la institución, Uribe lo nombró director de la Policía Nacional.

Desde ese puesto concluyó la reestructuración de la Policía emprendida años atrás, la volvió más operativa y modernizó los sistemas de inteligencia, los que han permitido asestar duros golpes a los grupos armados ilegales, incluidos narcotraficantes, paramilitares y guerrilleros.

El general Naranjo fue uno de los gestores de la Comunidad de Policías de América (Ameripol) y el 14 de noviembre de 2007 se convirtió en su secretario ejecutivo.

En su carrera de más de 30 años, ha recibido más de 150 condecoraciones, entre ellas el Medallón Barkley, otorgado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés) de Estados Unidos, y el año pasado fue nombrado como "el mejor policía del mundo".

En agosto pasado, el presidente de la Federación Internacional de Fútbol (Fifa), Joseph Blatter, invitó a Naranjo a exponer en Suiza, sede del organismo, el plan de seguridad implementado durante el Mundial sub'20.

Ese campeonato se celebró entre julio y agosto pasado en ocho ciudades de Colombia, y para su seguridad las autoridades destinaron unos 55.000 policías y 150 agentes especializados en técnicas antidisturbios, antisecuestro, antiexplosivos, antiterrorismo, en manejo de desastres naturales y de material radiactivo.

Todos estos éxitos, sin embargo, se han visto ensombrecidos por el escándalo protagonizado por su hermano Juan David, quien fue capturado por narcotráfico en Alemania y a donde el general Naranjo lo fue a visitar.

Además, Naranjo es uno de los seis jefes militares y policiales colombianos que están inmersos en un proceso judicial en Ecuador precisamente por la "Operación Fénix", llevada a cabo el 1 de marzo de 2008 contra el campamento clandestino de "Raúl Reyes".

En marzo pasado, la Corte de Justicia de la provincia ecuatoriana de Sucumbíos sobreseyó por este caso al actual presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, entonces ministro de Defensa, pero queda abierto el proceso para los demás encausados por violación a la soberanía nacional y por la muerte, entre otros, de un ciudadano de ese país.

La Policía Nacional depende en Colombia del Ministerio de Defensa, una situación atípica por tratarse de una fuerza de seguridad del Estado de carácter civil y no militar, en un país que vive un conflicto armado interno desde hace casi 50 años.

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