Barcelona, 7 mar.- El titular del Juzgado de Instrucción número 14 de Barcelona ha archivado las dos denuncias presentadas por la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, y por el exlíder de ERC y exvicepresidente del gobierno catalán, Josep Lluís Carod-Rovira, al considerar que "faltan indicios".
En su auto de archivo, el magistrado especifica que si durante la investigación apareciesen nuevas informaciones, estos archivos se podrían reabrir, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Joana Ortega y Josep Lluís Carod-Rovira denunciaron el pasado mes de febrero ante los Mossos d'Esquadra a la agencia de detectives Método 3 tras conocer por la prensa que sus nombres aparecían como presuntas víctimas de informes realizados por detectives y que la supuesta trama de espionaje también les habría espiado.
La denuncia pretendía, además de esclarecer los hechos y depurar posibles responsabilidades, que los Mossos d'Esquadra investigasen a los responsables del espionaje al que supuestamente fue sometida la vicepresidenta, ya que esta supuesta trama de espionaje de políticos en Cataluña está siendo investigada por la Policía Nacional, que incluso detuvo a cuatro personas que luego quedaron en libertad con cargos.
Josep Lluís Carod-Rovira presentó su denuncia el pasado día 22 de febrero ante los Mossos para saber si como consecuencia de la presunta red de espionaje político que está siendo analizada ha podido ser investigado.
Los nombres de Ortega y Carod-Rovira se barajaron en diferentes informaciones sobre los políticos catalanes que han podido ser espiados por la agencia de detectives Método 3, lo que, según manifestaron fuentes allegadas al exvicepresidente catalán, le provocó "inquietud e indignación".
El hecho de que esta investigación sea llevada por la Policía Nacional sin participación de la policía autonómica ha originado el malestar del gobierno catalán ya que los Mossos han quedado excluidos por ahora de las pesquisas.
De hecho, la investigación la lleva a cabo la Policía Nacional a raíz de una denuncia presentada ante este cuerpo por la líder del PP de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, que supuestamente también fue víctima de espionaje durante una comida que mantuvo en un restaurante con la expareja de Jordi Pujol Ferrusola.
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