Erdogan ve un complot en la operación anticorrupción que afecta a su Gobierno

  • La operación anticorrupción lanzada ayer en Turquía, y que implica a los hijos de tres ministros y a un poderoso empresario, ha sido calificada hoy por el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, como un juego "sucio" tras el que ve intereses internacionales contra su país.

Estambul, 18 dic.- La operación anticorrupción lanzada ayer en Turquía, y que implica a los hijos de tres ministros y a un poderoso empresario, ha sido calificada hoy por el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, como un juego "sucio" tras el que ve intereses internacionales contra su país.

"Se trata de una operación muy, muy sucia", dijo Erdogan en una comparecencia transmitida por la cadena NTV, en lo que es su primera reacción a los registros y detenciones producidos ayer.

El político conservador responsabilizó de la investigación policial a "círculos nacionales e internacionales", contrarios al crecimiento económico de Turquía.

"El objetivo es herir a nuestros bancos públicos, que ahora se encuentran al nivel de los de Europa", aseguró el mandatario, aunque añadió que en el supuesto complot "se hallan también ramificaciones turcas".

Afirmó que detrás de lo que definió como un intento de acoso a su Gobierno "están los mismos que provocaron el asunto de Gezi", en referencia a las manifestaciones para proteger un parque en Estambul que derivaron en junio y julio pasados en una ola de masivas protestas antigubernamentales.

"Estamos acostumbrados; ya lo vimos el 28 de septiembre", añadió, en referencia al golpe de Estado que en 1997 forzó la dimisión de Necmettin Erbakan, el primer ministro islamista mentor de Erdogan.

El tono acusador del primer ministro contrastó con el que empleaba, una hora antes, el viceprimer ministro, Bülent Arinç, que prometió no obstruir la justicia e incluso sugirió que los ministros afectados - de Interior, Economía y Urbanismo - podrían dimitir si se demostraba que sus hijos formaban parte de una red de corrupción.

Hasta el momento han sido detenidas unas 80 personas, entre empresarios y cargos públicos, bajo la sospecha de tejemanejes urbanísticos ilegales.

Pese a la palabras de Arinc, Interior ha destituido o cambiado de destino a 29 jefes policiales que han participado en la investigación, en lo que el diario "Hürriyet" interpreta como una medida de castigo.

La prensa turca relaciona la llamativa investigación con una lucha de poder entre el partido gubernamental Justicia y Desarrollo (AKP) y el movimiento del predicador turco Fethullah Gülen, cuyos simpatizantes tienen gran presencia en la Policía y el aparato judicial.

Tanto el AKP como la red Gülen son islamistas, y hasta este otoño mantenían una firme alianza, resquebrajada ahora cuando faltan sólo tres meses para las elecciones locales.

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