La Iglesia se salva del hachazo fiscal por Franco... pero sufre un boicot en el IRPF

Carmen Calvo, con el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin
Carmen Calvo, con el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin
Gobierno de España

La exhumación de Franco del Valle de los Caídos también tendrá consecuencias económicas. No solo por el coste de la operación (63.061,40 euros), sino también por las derivadas de la decisión a corto y medio plazo, sobre todo en instituciones como la Iglesia Católica, que sin haberse pronunciado de forma oficial sobre el proceso, sí ha tenido voces discordantes y otros planteamientos que han podido trastocar su neutralidad al respecto.

De entrada, el Gobierno ha tenido que acceder a un templo, la basílica pontificia del Valle de los Caídos, y eso ha requerido una autorización del Vaticano, con quien el Ejecutivo ha negociado directamente. De forma paralela, la Conferencia Episcopal ha conseguido frenar la ofensiva fiscal que el PSOE de Pedro Sánchez llegó a diseñar contra ellos. Ha sido un ten con ten. Y como colofón, hay quien ha aprovechado esa situación de incertidumbre para lanzar una campaña para dejar de marcar la X de la Iglesia en la casilla de la Renta

Franco saldrá este jueves camino de Mingorrubio y el Gobierno socialista podrá sacar pecho de una decisión histórica. Todo está preparado para que nada falle. Al Ejecutivo de Sánchez no le ha sido fácil salvar la inviolabilidad de un lugar sagrado y para eso ha dedicado meses y meses a negociar con la Iglesia. La vicepresidenta Carmen Calvo ha viajado en varias ocasiones a Roma para convencer a la Santa Sede, la última el pasado 5 de octubre, y firmar un 'armisticio'.

El PSOE, por tanto, ha decidido mantener la actual relación de 'statu quo' con la Iglesia católica. En su último programa electoral eliminó cualquier aspecto que pudiera afectar a una institución que sigue contando con una serie de ventajas o "privilegios" en materia económica. Los socialistas, en definitiva, no apostarán por modificar los acuerdos que tienen firmados España y la Santa Sede y que datan del año 1979. Es el famoso Concordato y se trata de un tratado internacional que solo puede denunciar el Gobierno de turno. El equipo de Sánchez no tiene intención de abordarlo si consigue retener el poder durante la próxima legislatura, según indican fuentes del PSOE.

Los socialistas han aparcado su ofensiva fiscal contra la Iglesia a pesar de que la resolución del 39 Congreso federal del PSOE establecía que "España debe consolidar su condición de Estado laico que garantiza los valores, derechos y libertades civiles, adecuando su legislación a las características propias de una sociedad abierta, plural y compleja, en la que se respetan las convicciones y expresiones ideológicas, religiosas, culturales y de género de todos los ciudadanos".

El Gobierno de Sánchez tampoco ha concretado en los meses en los que ha estado en el poder si terminará por revisar la fiscalidad de la Iglesia y que los lugares que no son de culto comiencen a pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). La polémica está servida. Y es que la Conferencia Episcopal reaccionó y advirtió que para ello sería necesario cambiar la Ley de Régimen Fiscal Especial, lo que conllevaría que sindicatos, asociaciones, fundaciones y otras entidades sin ánimo de lucro también tuvieran que abonar sus correspondientes tasas, ahora exentas.

Campaña de boicot contra la Iglesia

La exhumación de Franco y que la Iglesia no la haya intentado impedir de una forma más contundente ha provocado una campaña contra la Conferencia Episcopal. Son grupos de católicos que se están organizando para promover un boicot en la próxima campaña de la Renta. Piden que se deje de marcar la X de la Iglesia. En Añastro, sede de la Conferencia, conocen estas acciones, pero prefieren no hacer manifestaciones al respecto, indican fuentes internas. El propio nieto de Franco, Francis, se ha sumado a esta campaña.

La Iglesia católica recaudó 267,8 millones de euros en la última Declaración de la Renta, la de 2018. Fueron 11,6 millones más que el año anterior, la cifra más alta desde 2007 -cuando se instauró el nuevo sistema de asignación tributaria-. También aumentó el número de declaraciones a favor de la Iglesia: 7,2 millones.

Los promotores de estas acciones contra la X de la Iglesia en el IRPF llevan tiempo pidiendo que no se permita a los operarios contratados por el Gobierno acceder al Valle de los Caídos. "¿Qué prefieren, la cruz del IRPF o la Cruz del Valle?", se preguntan. Se retrotraen incluso a un precedente histórico remoto y recuerdan que la mayoría de los obispos firmaron una carta colectiva, propulsada por el cardenal Gomá, en 1937, bendiciendo el alzamiento de Franco. 

Por otro lado, un grupo denominado 'El Valle no se toca' ha protagonizado acciones vandálicas contra la sede del Arzobispado, la de la Conferencia Episcopal o la Nunciatura. Han realizado pintadas acusando a los obispos de "traidores" y al PSOE de "profanador de tumbas". Son nostálgicos del franquismo que también han empapelado algunos lugares de Madrid y Toledo con imágenes del dictador. 

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