Fotógrafo del retrato de Goena que tenían los GAL se defiende ante su viuda

  • El fotógrafo de Hendaya (Francia) sospechoso de haber hecho el retrato del prófugo Juan Carlos García Goena que acabó en manos de los GAL ha mantenido hoy un careo ante el juez Pablo Ruz con la viuda, Laura Martín, y, si bien ha reconocido que era dueño del estudio, ha dicho no recordar la foto.

Madrid, 17 oct.- El fotógrafo de Hendaya (Francia) sospechoso de haber hecho el retrato del prófugo Juan Carlos García Goena que acabó en manos de los GAL ha mantenido hoy un careo ante el juez Pablo Ruz con la viuda, Laura Martín, y, si bien ha reconocido que era dueño del estudio, ha dicho no recordar la foto.

Así lo ha explicado Martín a los periodistas tras verse las caras con él en la Audiencia Nacional, en el marco de la única causa sobre los GAL que permanece abierta y en la que sólo está imputado el fotógrafo interrogado hoy.

Según ha relatado, la foto de Goena, objetor de conciencia confundido con un etarra que fue él último asesinado por los GAL en 1987, es un retrato de familia en el que aparece con Martín y su hija.

El retrato que acabó en posesión de los GAL no es, sin embargo, el que se entregó al matrimonio, sino otra fotografía parecida que sólo podían tener en el estudio.

De hecho, la viuda ha explicado que en principio la intención de la pareja era que hicieran una foto solo a la niña, pero que el fotógrafo insistió en que posaran también los padres en un retrato familiar.

Martín, vicepresidenta de Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco (Covite), ha explicado que hasta ahora el fotógrafo había negado que tuviera un cuñado miembro del instituto armado, pero hoy lo ha reconocido al fin después de que el abogado de la mujer presentara fotografías y documentos acreditándolo.

"He conseguido dejarlo en evidencia, porque durante mucho tiempo ha negado tener relación con la Guardia Civil", ha indicado Martín, para quien en el careo ha conseguido poner "contra las cuerdas" al fotógrafo.

El imputado ha admitido también, según la viuda, que fue dueño del estudio de fotografía, abierto desde 1984 hasta 1987, pero que no recuerda haber hecho esa foto y que había otras dos personas trabajando allí, aunque la viuda cree que él fue la persona que hizo el retrato del último asesinado por los GAL.

"Han pasado treinta años, yo no tengo la imagen claramente, pero su fisonomía me es familiar", ha aclarado.

En opinión de la viuda, el fiscal del caso, Pedro Ruvira, ha estado muy receptivo con ella y se ha mostrado dispuesto a que aporte nuevas pruebas documentales. "La investigación va a seguir", ha asegurado.

El juez Ruz, por su parte, ha sido también una agradable "sorpresa" para Martín porque le ha visto "con ganas de saber, de implicarse".

"Yo lo que necesito es conocer la verdad, que la investigación siga hasta el final (...) Iremos a por todas, tenemos que seguir trabajando y vamos a conseguirlo, después de treinta años me lo merezco", ha concluido.

Mostrar comentarios