El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha celebrado este miércoles una de las declaraciones más relevantes para esclarecer hasta dónde llegaba las relaciones de Iberdrola con la Policía Nacional. El exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) Enrique García Castaño, uno de los principales imputados de la macrocausa centrada en los negocios privados del comisario jubilado José Manuel Villarejo, ha asegurado en sede judicial que sus relaciones con la compañía que dirige Ignacio Sánchez Galán son única y exclusivamente profesionales y que nunca recibió una oferta de trabajo. De hecho, ha destacado que jamás le llegó un encargo directo de la eléctrica, descartando así que se hubiera incurrido en alguna irregularidad.
El que fuera jefe de la unidad policial de vigilancias, más conocido como 'El Gordo' por el apodo que le puso Villarejo, ha sido citado a declarar como testigo en el marco de una ronda de declaraciones en la que el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 ha citado a distintos personas que pudieron ser objetivos de los presuntos espionajes que el agente encubierto habría hecho para Iberdrola. Así, la comparecencia de García Castaño era clave, pues con él pretendía confirmar si, abusando de su condición de comisario, era el "proveedor" de los datos telefónicos que después Cenyt, el entramado empresarial liderado por el polémico policía, plasmaba en los informes de inteligencia que entregaba a la eléctrica sobre posibles rivales o personas que pudieran suponer un obstáculo para sus proyectos.
El exjefe de la UCAO, que en varias ocasiones ha manifestado su intención de colaborar con la Justicia, está investigado, e incluso siendo juzgado, en otras líneas de investigación de la macrocausa 'Tándem' por presuntamente facilitar datos reservados de la Policía a Villarejo. De hecho, se encuentra procesado en las piezas separadas relativas a la 'operación Kitchen' contra el extesorero del PP Luis Bárcenas o sobre la contratación de Cenyt por parte de Repsol y CaixaBank. No obstante, en el caso de Iberdrola, se le ha citado como testigo debido a la prescripción de los delitos de descubrimiento y revelación de secretos que se le podría atribuir en relación al primer proyecto que el agente encubierto realizó para la eléctrica en 2004, bautizado como 'Arrow', con el objetivo de superar los obstáculos que estaban surgiendo en la construcción e instalación de una central de ciclo combinado en Arcos de la Frontera (Cádiz).
En esta última comparecencia judicial, García Castaño no solo ha negado haber ayudado a Villarejo para acceder el tráfico de llamadas de personas que se habrían opuesto al plan de Iberdrola en la localidad gaditana, sino que ha asegurado que no ha realizado ningún trabajo concreto sobre y para la eléctrica. En este sentido, preguntado por si tenía alguna relación con Sánchez Galán -en cuya declaración como investigado se desvinculó por completo de la contratación del comisario jubilado entre 2004 y 2017-, ha admitido que le conoce de su etapa como consejero delegado en Airtel, la compañía proveedora de telefonía móvil que dejó en 2001 para aterrizar en el primer grupo eléctrico a nivel nacional. Así, el exjefe de la UCAO ha añadido que después solo le ha visto en un par de actos oficiales, según han informado fuentes jurídicas presentes en la declaración consultadas por La Información.
Relación con Asenjo
A lo largo de su relato, el exjefe policial también ha confirmado que conocía al que fuera responsable de Seguridad de Iberdrola, Antonio Asenjo, uno de los principales investigados por actuar como intermediario entre Villarejo y la multinacional vasca, de cuando éste ocupaba el mismo cargo en la empresa de telefonía móvil, si bien ha restado importancia a este hecho, ya que, según ha señalado, era habitual que todos los directores de dicho área de las grandes compañías tuvieran relación con la Policía Nacional y la Guardia Civil. En este contexto, García Castaño ha asegurado que nunca ha recibido una oferta de trabajo de la eléctrica.
También ha hecho hincapié en que no se involucró en las relaciones que tenía Villarejo con Iberdrola, ni en los trabajos que éste desarrollaba para la compañía. Sin embargo, de acuerdo con las fuentes jurídicas consultadas, la Fiscalía Anticorrupción no ha dado crédito a estas explicaciones y ha tratado reproducir una grabación que consta en el sumario de la causa en la que la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía Nacional identifica como interlocutores al comisario jubilado, al exjefe de la UCAO y a Asenjo. Como respuesta, García Castaño ha precisado que nunca se ha reunido con ambos a la vez, mientras que sí lo ha hecho por separado, al tiempo que ha aprovechado para cuestionar el audio: "Una cosa son las grabaciones de Villarejo y otra muy distinta la realidad", ha dicho.
Las anotaciones de las agendas del expolicía que obran en el sumario de la causa constatan la relación que Enrique García Castaño habría tenido con Asenjo y de la que iba poniendo al tanto a Villarejo. Así, por ejemplo, el 13 de junio de 2007, el comisario jubilado se hacía eco de una conversación que había mantenido con el entonces jefe de la UCAO, en la que éste -a quien se refería en sus cuadernos como 'Big'- le "promete hacer gestiones con AS (Antonio Asenjo) y Florentino (el presidente de ACS, Florentino Pérez) para trabajar con los dos". Otras de las muestras de cercanía que apuntalan la tesis de los investigadores es un audio de una charla que tuvieron el encargado de escuchas policiales y el agente encubierto en febrero de 2005, en la que el primero proponía comentar a "Antoñito" (Antonio Asenjo) la información que Cenyt disponía del intento de asalto de Sacyr Vallehermoso en BBVA -para quien también trabajó- "porque Sánchez Galán está interesado en el tema", puesto que el banco tenía "un porcentaje en Iberdrola muy importante".
La excedencia de Villarejo
Con todo ello, García Castaño ha explicado que Asenjo contactó con Cenyt porque se lo recomendó el fallecido director adjunto Operativo (DAO) de la Policía Nacional, Miguel Ángel Fernández Chico, cuando el exjefe de Seguridad de Iberdrola le trasladó en 2004 la necesidad de contratar servicios de inteligencia. No obstante, ha recalcado que el que fuera máximo responsable operativo de la Policía no advirtió al directivo de la eléctrica que Villarejo, que figuraba como presidente del grupo empresarial que finalmente fue contratado, era policía, sino que solo le informó de que estaba en excedencia. En este sentido, ha apuntado que nadie hasta 2010, cuando comenzó a hacerse notorio su cuerpo, sabía que el comisario jubilado se encontraba aún en activo en el Cuerpo.
De hecho, ha subrayado que fue en 2014 cuando Asenjo comenzó a dudar de la situación administrativa en la que realmente se encontraba el agente encubierto, a raíz de noticias publicadas sobre la investigación acerca del ático del expresidente madrileño Ignacio González, en las que comenzaba a aparecer su nombre. Por ello le llamó para confirmar si aún seguía en excedencia, ha recordado, pero García Castaño directamente le remitió al DAO de la época, Eugenio Pino, para que éste le diera información, según las fuentes jurídicas consultadas.
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