Garzón dice que “jamás utilizó” el contenido de las escuchas de la “gürtel”


El juez Baltasar Garzón presentó este miércoles ante el Tribunal Supremo un escrito de defensa en el que asegura que “jamás” utilizó el contenido de las conversaciones que mantuvieron en la cárcel los principales imputados en la trama de corrupción del "caso Gürtel" y sus abogados y que ordenó grabar.
Este es uno de los principales argumentos que el magistrado utilizará en el juicio que el Alto Tribunal celebrará contra él -en una fecha todavía por determinar- por presuntos delitos de prevaricación y de uso de artificios de escucha y grabación con violación de las garantías constitucionales.
“El contenido de dichas grabaciones jamás fue utilizado por el juez instructor, el hoy acusado”, afirma Garzón en su escrito de defensa. El instructor del Tribunal Supremo, el magistrado Alberto Jorge Barreiro, decidió abrir juicio oral contra Garzón en un auto dictado el pasado 11 de abril.
Para reforzar esta idea, Garzón señala que cuando recibió la trascripción de las conversaciones mantenidas en la cárcel entre el presunto "cerebro" del "caso Gürtel", Francisco Correa, y su supuesto "número dos", Pablo Crespo, con sus respectivos abogados, ya se había expresado a favor de inhibirse y dejar la investigación sobre la trama de corrupción en manos del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
“Todo lo cual impide siquiera suponer perversas intenciones al acordar la medida, para y en función de lo conocido dirigir o encauzar las investigaciones en algún sentido”, destaca el escrito, de 27 folios.
En contra de esta versión de los hechos, el instructor del Alto Tribunal aseguró en el auto de apertura de juicio oral que Garzón "decidió acceder indebidamente a las conversaciones confidenciales" entre los principales imputados del "caso Gürtel" y sus abogados y "le resultó indiferente que el contenido de las conversaciones no tuviera otro contenido que aspectos nucleares sobre las estrategias de defensa".
El objetivo del magistrado de la Audiencia Nacional era "obtener información de relevancia para el proceso que no tenía la seguridad de poder obtener mediante la utilización medios lícitos".
EVASIÓN DE CAPITALES
Garzón reitera además que ordenó grabar las conversaciones que mantuvieron en la cárcel los principales imputados en la trama de corrupción del "caso Gürtel" y sus abogados ante las evidencias de que Francisco Correa seguía controlando la evasión de dinero a paraísos fiscales desde la cárcel.
El escrito de defensa destaca en este sentido “la solidez de los indicios, singularmente aquellos que venían a revelar que algunos abogados aparecían interviniendo en operaciones de blanqueo de dinero”, así como “la estructura societaria y sus ramificaciones asentadas en paraísos fiscales y territorios no cooperantes”.
Estos elementos hacían “evidente que los imputados en prisión preventiva continuarían su actividad delictiva para la consecución de nuevos blanqueos, acciones que dada su situación de prisión, necesariamente habían de desarrollar mediante el concurso de terceras personas, abogados o no”.
El magistrado –suspendido cautelarmente en dos ocasiones por las causas abiertas contra él en el Supremo- asegura además que hasta recibir la trascripción de las grabaciones no supo que el abogado Ignacio Peláez, exfiscal de la Audiencia Nacional y artífice de la querella presentada en su contra, había visitado a Correa y Crespo en la cárcel.
Destaca en este sentido que Peláez no era su letrado “sin que tampoco resulte acreditado que fuera abogado expresamente llamado, de todo lo cual inmediatamente se infiere que sus visitas tuvieran nada que ver con el derecho de defensa”.
El escrito de defensa subraya asimismo que Garzón siempre veló en estas diligencias por “proteger prioritariamente el derecho de defensa de los presos afectado” y recuerda que a finales de marzo de 2009 ordenó la expulsión de la causa de aquellas partes de las conversaciones que se referían a estrategia de defensa.
TESTIGOS
El escrito de defensa sirve además para que Garzón solicite sus medios de prueba para la celebración del juicio oral. Además de un total de siete pruebas documentales, el magistrado ha solicitado que en el juicio comparezcan siete testigos.
Garzón pide que se llame a declarar al abogado Ignacio Peláez, artífice de la querella que le ha llevado al banquillo de los acusados, así como al magistrado Antonio Pedreira, instructor del “caso Gürtel” en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Solicita además la declaración de tres mandos de la Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional y de un funcionario de su antiguo juzgado en la Audiencia Nacional.
Garzón se encuentra también a la espera de juicio por su investigación de los crímenes del franquismo, una causa en la que las acusaciones piden para él 20 años de inhabilitación por un delito de prevaricación.
Además de por la investigación de los crímenes del franquismo y por la intervención de las conversaciones del "caso Gürtel", Garzón está encausado en el Supremo por no abstenerse en una querella contra los responsables del Banco Santander a pesar de que esta entidad bancaria subvencionó unos cursos que el juez impartió en Nueva York.

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