Buenos Aires, 17 nov.- El Gobierno argentino aplaudió hoy la inclusión en la declaración final de la cumbre del G20 celebrada este fin de semana en la localidad australiana de Brisbane de una mención al "reforzamiento de la disciplina y la previsibilidad de los procesos de reestructuración de la deuda soberana".
El jefe del Gabinete argentino, Jorge Capitanich, señaló en una rueda de prensa que la mención "determina el interés manifiesto de los líderes mundiales respecto a esta problemática".
Capitanich y el ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, este en una entrevista con la prensa, interpretaron la mención como un respaldo al Gobierno de Argentina en su litigio con los fondos que han demandado al país en EE.UU. por deudas impagadas desde 2001.
Los gobernantes del grupo formado por los países más desarrollados y los emergentes señalan en el comunicado final de la cumbre "el progreso realizado en el reforzamiento de la disciplina y la previsibilidad de los procesos de reestructuración de la deuda soberana".
Además, en el punto referido a "asuntos para mayores acciones" se reflexiona sobre "los retos que plantean los litigios y con el fin de reforzar el orden y la previsibilidad de los procesos de reestructuración de las deudas soberanas".
La Justicia estadounidense falló a favor de fondos especulativos con títulos de deuda argentina en mora desde 2001 que rechazaron las reestructuraciones de 2005 y 2010 y ordenó al Ejecutivo encabezado por Cristina Fernández que se les paguen 1.300 millones de dólares, más intereses.
El pasado mes de julio, el juez estadounidense Thomas Griesa ordenó retener el pago a los acreedores de deuda reestructurada (92,4 % del total) hasta que el Gobierno argentino cumpla con la sentencia y pague a los fondos demandantes, lo que motivó que el país sudamericano fuera declarado en cese de pagos selectivo.
Argentina se ha negado hasta el momento a cumplir un fallo que considera "de imposible cumplimiento" y Griesa declaró al país en desacato.
A través de la red social Twitter, la presidenta argentina, Cristina Fernández, quien no asistió a la cumbre por problemas de salud, destacó que "por primera vez en la historia del G20 la cuestión de la reestructuración de deudas soberanas fue planteada en el comunicado final".
"El caso de Argentina ha servido ya efectivamente para cambiar la historia de las emisiones de deudas soberanas", dijo la gobernante argentina.
"El documento final del G20 refleja en varios puntos la postura de nuestro país, en particular sobre la necesidad de abordar la cuestión de los procesos de reestructuración de deuda y el peligro que implican los fondos buitre para el sistema financiero internacional", insistió.
Por otra parte, hizo mención a la crisis global y la insuficiente inversión.
"La inversión a escala mundial representa un 40 por ciento de lo que era antes de la crisis en el 2008. Por la crisis se destruyeron ya 33 millones de puestos de trabajo y con el crecimiento a nivel actual recién se recuperarán en 2018. Una década perdida para el mundo. Una tragedia para millones de personas", señaló.
Fernández destacó que "la delegación argentina regresó" al país "con la satisfacción de haber aportado no sólo a la Cumbre del G20, la experiencia argentina" sino también de "haber denunciado claramente el accionar de los fondos buitres, algo que debe ser tomado políticamente por los líderes de los países".
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