Golpistas acuerdan regreso al poder de presidente derrocado en Burkina Faso

  • Los golpistas en Burkina Faso firmaron el martes por la noche un acuerdo que prevé su regreso a los cuarteles y aceptaron devolver sus funciones al presidente derrocado por el golpe de Estado, tal y como pedían los Estados de África occidental.

Los mandatarios de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) decidieron en una cumbre extraordinaria celebrada en la ciudad nigeriana de Abuya "enviar" el miércoles una delegación de jefes de Estado "para devolver a Michel Kafando sus funciones de presidente de transición en Burkina Faso".

Asimismo, instaron "a la guardia presidencial [golpistas] a deponer las armas y exigieron a las otras unidades del ejército a no hacer uso de la fuerza para evitar la pérdida de vidas humanas", según el presidente de la comisión de la Cedeao, Kadré Désiré Ouédraogo.

Tras varios días en arresto domiciliario, los golpistas decidieron el lunes liberar a Kafando, derrocado el 17 de septiembre por un golpe de Estado perpetrado por el Régimen de Seguridad Presidencial (RSP).

Esta unidad de élite del ejército burkinés era la guardia pretoriana del ex presidente Blaise Compaoré y su acción buscaba detener la organización de las elecciones generales previstas en octubre, que debían poner fin al período de transición iniciado con la caída de Compaoré en octubre de 2014.

Para justificar su golpe, los soldados de la guardia presidencial reclamaban que los expartidarios de Compaoré pudieran participar en los comicios, ante su exclusión por parte de las autoridades de transición.

Aunque el líder de los golpistas y ex mano derecha de Compaoré, el general Gilbert Diendéré, no había descartado el martes un enfrentamiento a la espera de la reunión de la Cedeao, por la tarde confirmó el traspaso de poder de nuevo a Kafando.

"Los jefes de Estado [de la Cedeao] llegarán mañana [a Uagadugú] para su regreso al cargo. Teóricamente, yo los acogeré mañana [en el aeropuerto] y Kafando los acompañará después", afirmó Diendéré, jefe del RSP.

El ejército burkinés leal a Kafando y los golpistas firmaron el martes por la noche en Uagadugú un acuerdo de cinco puntos para evitar un enfrentamiento, acuerdo que presentaron ante la prensa en la residencia de Mogho Naaba, autoridad tradicional muy respetada en el país.

Entre estos cinco puntos, el RSP se comprometió a "aceptar el acantonamiento" en su base del campo de Naaba Koom II y "ceder el puesto de guardia" en la ciudad de Uagadugú. Las fuerzas leales prometieron por su parte "retroceder 50 kilómetros" y "garantizar la seguridad del personal [del RSP] y de sus familias".

El Régimen de Seguridad Presidencial, cuya disolución solicitó en varias ocasiones la sociedad civil, cuenta con 1.300 soldados, frente a los más de 11.000 para el conjunto del ejército y la gendarmería burkinesa.

La delegación de la Cedeao, que viajará el miércoles a Uagadugú, incluirá dirigentes de Nigeria, Níger, Togo, Ghana, Benín y Senegal.

Su objetivo es "iniciar un diálogo político con todas las partes" respecto al primer proyecto de acuerdo divulgado el domingo, que la sociedad civil consideró inaceptable.

En Uagadugú, la situación era tranquila durante la noche. Poco antes, el ejército desalojó sin incidentes la Plaza de la Revolución, epicentro en octubre de 2014 de las protestas contra Compaoré, después que cientos de personas acudieran para apoyar a los soldados leales a las autoridades de transición.

Un soldado del RSP murió y otro resultó herido en un ataque en las afueras de Uagadugú, según Diendéré, quien descartó que se tratara de un choque con tropas burkinesas.

Además de esta víctima, la violencia que acompañó al golpe de Estado dejó al menos 10 muertos.

El primer ministro de transición, Isaac Zida, secuestrado desde el inicio del golpe de Estado, fue liberado el martes por la mañana. En su primera declaración, instó a sus ex "compañeros de armas del RSP" a volver "a las filas del pueblo".

En octubre de 2014, un levantamiento popular terminó con 27 años de poder de Compaoré en este país del Sahel de 17 millones de habitantes, cuya historia está salpicada de varios golpes de Estado militares desde su independencia de Francia en 1960.

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