González pide ideas ya al PSOE para volver a ser un partido de mayorías

  • El PSOE ha homenajeado a Felipe González en un acto en el que ha reivindicado su fortaleza como partido y su contribución a la modernización del país y en el que el expresidente ha abogado por no enredarse en debates internos y aportar ya ideas para recuperar la vocación mayoritaria que ha perdido.

Madrid, 2 dic.- El PSOE ha homenajeado a Felipe González en un acto en el que ha reivindicado su fortaleza como partido y su contribución a la modernización del país y en el que el expresidente ha abogado por no enredarse en debates internos y aportar ya ideas para recuperar la vocación mayoritaria que ha perdido.

Ha sido un acto al que han acudido unas 2.000 personas, entre ellas más de cuarenta ministros de los gobiernos del PSOE y entre los que se encontraban once del primer gabinete que González formó hace justo treinta años, como Alfonso Guerra, Miguel Boyer, José Barrionuevo o Carlos Solchaga.

González, que se ha ofrecido a su partido para lo que necesite "mientras que el cuerpo aguante", ha protagonizado un diálogo con el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, moderado por la diputada María González y en el que ha habido una breve participación del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.

Un acto que ha servido a los socialistas para enorgullecerse de su pasado y para reafirmarse en sus convicciones y en su fortaleza, una semana después de una nueva derrota electoral histórica, en este caso en Cataluña.

Y en un momento también en el que algunos cuadros dirigentes y militantes de base están poniendo en entredicho la línea de dirección y de liderazgo de Rubalcaba y la gestión de Zapatero en la anterior legislatura.

Sin entrar en muchos detalles, porque sólo es un militante de base, González ha opinado que, si el PSOE va a realizar un debate interno para superar su propia crisis, que no lo haga diciendo que "hay que hacer un debate ideas". "Aprovechen el tiempo y pongan una sobre la mesa, porque si no, lo perderemos", ha espoleado a sus compañeros.

Rubalcaba ha apostado por un PSOE que lidere el cambio, con la vista puesta en ofrecer un proyecto de país que permita recuperar la mayoría electoral. "Vamos a dar el do de pecho", ha prometido, para hacer hincapié en que el suyo es un partido sólido y fuerte.

"España va a cambiar radicalmente, y nosotros, como en 1982, hemos de pilotar ese cambio", ha sentenciado Rubalcaba, en cuya opinión eso debe lograrse avanzando en un "radicalismo radical".

"Uno de los problemas es que no tenemos vocación mayoritaria", se ha quejado González, convencido de que no se puede conquistar a los electores si el propio partido piensa que no puede ofrecer un proyecto mayoritario.

Otra de las debilidades del PSOE, en su opinión, es que no tiene mucha memoria histórica, como tampoco la tiene la ciudadanía.

La "hoja de servicios" del PSOE, su contribución a la universalización de la sanidad pública, la educación gratuita o la ley de dependencia ha sido puesta de relieve en el acto de hoy, en contraposición con las políticas de ajustes y el recorte de derecho sociales del Gobierno del PP.

Quien fuera el primer ministro de Sanidad con González, Ernest Lluch, asesinado por ETA en el año 2000, ha estado en boca de todos como impulsor de la sanidad pública e incluso había una silla vacía con una rosa en su honor.

Rubalcaba ha lamentado los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy y ha aseverado que los socialistas van a defender "con uñas y dientes" el modelo sanitario, porque es justo, barato, productivo y cohesiona al conjunto del territorio.

José Luis Rodríguez Zapatero, sentado en primera fila, ha tomado la palabra para reclamar al PSOE que en momentos como éste se mantenga la lealtad, la unidad y el afecto, y ha aprovechado para subrayar que es necesaria "una España de más entendimiento", porque la democracia se legitima día a día.

Durante el coloquio, González ha reclamado audacia a su partido para acercarse a la ciudadanía y promover listas abiertas, aunque esa medida tenga un riesgo, porque eso forma parte de "la aventura democrática".

Ante esa propuesta, Rubalcaba ha convenido en la necesidad de cambiar la ley electoral para que haya "una democracia de 24 horas", lo que implica rendir cuentas todos los días y no cada cuatro años.

Y ha ido más allá al apuntar que el PSOE no debe limitarse a hacer un mero programa electoral más, sino que tiene que abanderar un proyecto para España, del que -según ha dicho- carece la derecha.

España, a su juicio, requiere que alguien diga por dónde salir de la crisis, "porque nadie se lo dice".

También ha reprochado al partido de Rajoy el hecho de que cada vez que ha tenido la oportunidad de elegir entre defender los intereses generales o darle "un bofetón al PSOE", siempre ha optado por lo segundo. Eso hizo por ejemplo Manuel Fraga con el referéndum de la OTAN, ha citado.

Sobre aquel episodio, González ha reconocido que se equivocó al convocar un referéndum, aunque se ha congratulado de que todo el partido se pusiera detrás suyo como una piña en vista de que Fraga pretendía lanzare a su "yugular" con ese asunto.

También ha rememorado algunos sentimientos y anécdotas de su pasado y, por ejemplo, ha confesado que llegó "acojonado" a Moncloa. Luego, ha querido dar las gracias a todos los ciudadanos que le siguieron votando incluso cuando él ya estaba harto de sí mismo.

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