Grupo socialista del Congreso homenajea a Martínez Noval, fallecido en marzo

Madrid, 16 oct.- El grupo socialista del Congreso, con su presidente a la cabeza, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha rendido hoy homenaje al ex ministro de Trabajo y Seguridad Social Luis Martínez Noval, fallecido en Oviedo el pasado mes de marzo a los 65 años.

Junto a familiares de Martínez Noval, Rubalcaba ha presidido primero el descubrimiento de una placa conmemorativa en la biblioteca del grupo socialista, que tomará el nombre del ex ministro, y luego un acto de recuerdo.

No han faltado a la cita la plana mayor del PSOE, como la vicesecretaria general, Elena Valenciano; el presidente, José Antonio Griñán; la portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, o el presidente de Asturias, Javier Fernández, al lado de históricos como José Luis Corcuera, José Barrionuevo o Vicente Álvarez Areces.

En la sala Ernest Lluch de la Cámara Baja se han dado cita compañeros de ahora y de entonces, entre ellos, muchos del llamado sector "guerrista" como Matilde Fernández o Francisco Fernández Marugán, incluido un emocionado Alfonso Guerra, que ha glosado "la bondad, la inteligencia, la serenidad, el humor discreto y la humildad propia de sabios" de Martínez Noval.

Un "hombre que sabía distinguir la música del ruido, las voces de los ecos", un "socialista auténtico", un tipo de persona a quienes "desde un extremo se les considera conservadores" y desde el otro "se les llama radicales".

Con la voz rota en ocasiones, Guerra ha elogiado "la serenidad revolucionaria" de Martínez Noval, que "sorprendía a algunos", y su "moderación reformista", que "no comprendían otros".

Y ha recordado que fue portavoz del grupo en el Congreso porque entonces los socialistas eligieron "al más culto, al más inteligente, al más bueno, al mejor".

"Por algún tiempo no muy largo -fue portavoz entre 1999 y 2001- sentíamos el orgullo de estar representados por un gigante investido de naturalidad y educación", ha añadido.

Guerra le ha definido como "un socialista auténtico", de esa "inapreciable y progresista especie que se está extinguiendo".

"Vivimos en la sociedad del olvido, una España política que quiere olvidar. A algunos no les gusta su pasado o temen que se les pidan cuentas. A los otros les han convencido o ellos mismos han alcanzado tal grado de negligencia que hablar del pasado, de derrota y persecución, no reviste ya tintas de gloria", ha subrayado.

Frente a esas tesis, el ex vicepresidente del Gobierno ha proclamado: "Hay que rebelarse, hay que decir que no", y, recitando a Lord Byron, ha señalado que "el único profeta verdadero es el pasado".

Ha cerrado el acto Alfredo Pérez Rubalcaba, quien le ha definido como un "brillantísimo parlamentario", una persona "con una gran entereza", que no tenía enemigos en política, ni siquiera adversarios.

Según el líder socialista, había un gran consenso sobre las cualidades que le adornaban, porque era "buena gente".

Honesto, sencillo, de principios, cabal han sido otros de los términos empleados por Rubalcaba para definir a quien fue compañero de bancada y de gabinete con Felipe González.

También ha comparado sus trayectorias (ambos fueron portavoces del grupo) y su personalidad, "muy amigos de sus amigos".