La audiencia nacional absuelve por falta de pruebas a planchuelo, el último acusado de los gal


La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha decidido absolver al exjefe superior de la Policía Nacional en Bilbao Miguel Planchuelo, al que se acusaba de haber ordenado y organizado la financiación de los atentados cometidos por los GAL –a través de sicarios portugueses- en febrero de 1986 contra los bares “Batzoki” (Bayona) y “Consolation” (San Juan de Luz), que se saldaron con ocho personas heridas.
La acusación popular, ejercida por la Asociación Libre de Abogados (ALA), solicitaba un total de 99 años de cárcel para él, al acusarle de ocho delitos de asesinato en grado de tentativa y otro de estragos. La Fiscalía no ejerció la acusación al entender que “no se puede considerar autor” de los atentados a Planchuelo.
Los magistrados de la Sección Tercera de lo Penal, presididos por Alfonso Guevara, aseguran en la sentencia hecha pública hoy que no hay pruebas que demuestren que Planchuelo diese “una orden explícita para que se cometieran las acciones”, ni indicios de los que se derive que el exjefe superior de la Policía Nacional en Bilbao tuviera “conocimiento sobre la contratación de personas dispuestas a atentar” contra los establecimientos “Batzoki” y “Consolation”.
La resolución indica que los elementos probatorios acumulados contra Planchuelo como mucho hubiesen potenciado “la acusación por integración en banda armada” pero destaca que el antiguo mando policial ya “fue enjuiciado y condenado” por este delito.
El exjefe superior de la Policía en Bilbao aseguró en el juicio celebrado el pasado mes de abril que la única acción de los GAL en la que participó fue en el secuestro en 1983 de Segundo Marey, una acción por la que fue condenado en 1998 por el Tribunal Supremo a nueve años y seis meses de cárcel.
AMEDO Y DOMÍNGUEZ
Planchuelo estaba acusado de encargar la preparación de estos dos atentados a los expolicías José Amedo y Michel Domínguez, responsables de los comandos de los GAL y que fueron condenados a sendas penas de 108 años de cárcel.
Amedo y Domínguez viajaron a lo largo del año 1985 a Portugal, donde captaron a los mercenarios portugueses Rogerio Fernando Carvalho da Silva, Antonio Jorge Ferreira Cisneros y Paolo Figueirido Fontes, autores materiales de los atentados contra los bares "Consolation" y "Batzoki".
En la vista oral declararon como testigos los exmiembros Interior Julián Sancristobal, Francisco Álvarez, Jesús Martínez Torres, Rafael del Río, el exdirector de la Seguridad del Estado Julián Sancristobal y el ex dirigente del PSE Ricardo García Damborenea.

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