La burocracia hará imposible que el 90% de los residentes en el exterior pueda votar

    • Papeleos, trámites y plazos dificultan enormente el voto desde el exterior. Apenas un 6% de los residentes en el extranjero habían solicitado votar el pasado 20 de noviembre.
    • Nunca ha habido tantos inmigrantes en el exterior, pero nunca votarán tan pocos. Tras la aplicación del 'voto rogado' en 2011, el porcentaje de emigrantes que vota ha pasado del 35% al 5%.
La Delegación distribuirá 54,7 millones de papeletas y 19.581 urnas electorales en la Comunidad para las generales
La Delegación distribuirá 54,7 millones de papeletas y 19.581 urnas electorales en la Comunidad para las generales

Nunca ha habido tantos emigrantes en el exterior, pero nunca votarán tan pocos. La burocracia generada por el sistema del 'voto rogado', impulsado por el PSOE y apoyado por el PP, dejará fuera de las elecciones a cerca de nueve de cada diez electores que viven en el extranjero, en un contexto muy diferente al de las elecciones anteriores, con cuatro partidos compitiendo por el primer puesto.

Solo el 6% de los residentes en el extranjero que tienen derecho a voto habían pedido ejercerlo a fecha 20 de noviembre, según la Oficina del Censo Electoral. En las elecciones generales de 2008 -anteriores a la aplicación del sistema de voto rogado- votaron un 35% de los españoles residentes en el extranjero, mientras, en 2011, primer año en el que entró en vigor la modificación, solo ejercieron su derecho el 5%.

Hace casi 30 años -1986-, los españoles que residían en el extranjero pudieron votar por primera vez en las elecciones generales. Los socialistas han ganado en el exterior en seis de los ocho comicios generales celebrados ahora.

El contingente de españoles en el exterior ronda los 2,1 millones, pero solo pueden tener derecho a voto 1,87 millones. De estos, 733.387 han nacido en España. Desde 2008 -fecha de referencia del inicio de la crisis- se han ido 411.392 personas nacidas en España.

Juristas, emigrantes y algunos partidos han denunciado que desde que se modificó la Ley Electoral (LOREG) en 2011, participar en unos comicios para los españoles que viven en el exterior es una "carrera de obstáculos" que los plazos, demasiado ajustados. Apuntan la poca diligencia de muchos consulados, que en muchas veces desanima muchos a ejercer su derecho a votar.

Marea Granate y la plataforma Dos Millones De Votos han pedido la modificación de la LOREG para facilitar los trámites y ampliar los plazos, para evitar que muchos residentes en el extranjero se queden sin votar.Los trámites para votar desde el exterior

Los españoles que residen de forma permanente en el extranjero y tenían intención de votar en las elecciones generales del próximo 20 de diciembre han tenido que realizar numerosos trámites. El papeleo ha desanimado a muchos, mientras que otros que estaban motivados han visto como su intención de votar quedaba frustrada por no haber realizado algún requisito o haberlo hecho fuera de plazo.

El primer paso era cumplimentar el impreso de solicitud y remitirlo a la Oficina del Censo Electoral. El impreso se podía socilicitar en la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación o del Ministerio del Interior.

El impreso debía ir acompañado de una fotocopia del DNI, otra del pasaporte expedido por las autoridades españolas y una certificación de nacionalidad, que se debía solicitar en el Consulado o Embajada en la que se está inscrito.

Además se debía incluir una certificación de inscripción en el Registro de Matrícula Consular, que también expide el Consulado o la Embajada.

Todo había que mandarlo a la Delegación Provincial de la Oficina del Censo Electoral de la provincia en cuyo censo esté inscrito en España.

Una vez realizado este primer trámite y una vez proclamadas las candidaturas y finalizado el plazo de recursos, la Oficina del Censo Electoral remite la documentación para votar.

Los envíos debían estar realizados en todo caso antes del trigésimo cuarto día posterior a la convocatoria y a este plazo había que sumar el tiempo que tarda en llegar la documentación al domicilio en el extranjero.

Entonces.... llega numerosa documentación que hay que examinar y en algunos casos cumplimentar y enviar: una hoja informativa, papeletas y sobres de votación, dos certificados de inscripción en el censo electoral, sobre dirigido a la Junta Electoral Provincial, sobre dirigido al Consulado o Embajada, un impreso para la devolución de los gastos del envío del voto por correo... Y finalmente, si hemos vencido a la burocracia y a los plazos, habremos conseguido ejercer nuestro derecho constitucional de votar.Los obstáculos del 'voto rogado'

Según explica el jurista Jacinto Lara, presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de España, con la reforma se modificó el artículo 75 introduciendo el voto rogado, es decir, se impuso como condición para votar que el expatriado manifieste ante la autoridad consular su intención de hacerlo. Se estableció un sistema en tres pasos: registrarse como residente en el exterior, solicitar el voto y una vez recibida la documentación, remitirla a España por correo certificado.

Sin embargo, el proceso no resultó ser tan sencillo y el cambio se tradujo en una caída de la participación: mientras en las generales de 2008 votó el 32% de los emigrantes, en las de 2011 fueron el 5%. "En las convocatorias de elecciones europeas, municipales y autonómicas que se han celebrado desde entonces la participación ha sido aún menor, aunque el Censo de Residentes Ausentes (CERA) se ha incrementado exponencialmente por la mayor emigración económica de españoles", explica Lara.

La razón, además de una reforma que "afecta gravemente a un derecho fundamental reconocido en la Constitución y resulta impropia de un Estado democrático", las "trabas burocráticas y obstáculos" que de ella se derivan. Señala "desinformación en los propios consulados" que, asegura, "no están siendo todo lo diligentes que deberían".

Lara incide en que "no se activan adecuadamente para facilitar y promover el ejercicio del derecho a voto", como cuando deniegan la inscripción como "residente temporal" a una persona que lleva más de un año fuera de España aunque ni la LOREG ni el Real Decreto que la desarrolla imponen que deban hacerlo.

"Todo esto se enmarca además en un procedimiento que son esos tres pasos pero con unos plazos cortísimos. Sucede que aunque vayas superando todos los obstáculos, te puedes encontrar con que solicitas el voto, se te envía la documentación y ésta te llega tarde, como de hecho está pasando, o te llega incompleta, o que no tengas plazos de reclamación", denuncia el jurista.

Lara afirma que se trata de "una situación bastante generalizada" a la que se suman "los problemas específicos" de cada país de residencia, como aquellos donde no hay representación consular. Es el caso de Georgia, donde vive el cooperante español Ioseba Amatriain, y que depende del consulado de Ankara, en Turquía. Cuenta a Europa Press que ha vivido en cuatro países distintos desde que se reformó la LOREG y no ha conseguido votar en ninguna convocatoria, y no por falta de ganas.

"Creo en la democracia y considero que mi derecho al voto es una obligación como ciudadano. Desgraciadamente, en el actual sistema político español el derecho al voto no es una prioridad, aunque es prácticamente el único medio que tenemos de dar nuestra opinión e influir directamente en la clase política. Para mi es esencial al menos, votar, un derecho básico en cualquier democracia, excepto en la española", denuncia.No te atienden

Añade a la ecuación que es "prácticamente imposible" que el consulado "conteste a un email o coja el teléfono", lo que traba la tarea de inscribirse en un plazo que este año ha sido del 2 al 9 de noviembre. En las municipales directamente se quedó fuera porque llegó al país un mes antes de la convocatoria y el periodo de inscripción en el censo ya estaba cerrado.

"Ahora les he mandado todos los documentos necesarios para registrarme como no residente de manera telemática, que no es fácil porque he necesitado un notario, pero aún en el caso de que consiga inscribirme voy a tener que pedir el voto de manera presencial, así que voy a tener que pedir dos días de permiso en mi trabajo y pagar de mi bolsillo un viaje a Estambul", denuncia. Tiene para hacerlo hasta el 21 de noviembre, cuando se cerrará el plazo.

Quedaría el último paso, recibir la documentación y reenviarla a España. "A mes y medio de las generales no quedan muchas opciones para casos como el mío. En los países en los que he tenido acceso a una embajada/consulado y he podido registrarme y pedir el voto, como en Filipinas y Colombia, las papeletas de votación me llegaron fuera de plazo y no pude votar aunque había seguido el procedimiento", explica.

Piensa en "lo fácil que sería" en "la era de las comunicaciones" promover el voto telemático para los residentes en el exterior o, por lo menos, habilitar las embajadas de otros países de la Unión Europea para poder realizar los trámites en sus dependencias, pero duda de que exista voluntad política. Lamenta que en el caso de España "ni siquiera se pueda votar cada cuatro años".Cientos de consultas

"Cuando, elección tras elección, veo que mi país cambia, decide qué rumbo tomar, sufre por decisiones políticas, evoluciona, y yo no puedo formar parte de estos procesos, es totalmente desmotivador y frustrante. Dejo de sentirme ciudadano. Las obligaciones siguen ahí, yo tengo que pagar mis impuestos como todos, pero los derechos desaparecen. En una época como la que España está viviendo, quiero que mi voz también sea escuchada", añade.

te de la Asociación Pro Derechos Humanos de España, con la reforma se modificó el artículo 75 introduciendo el 'voto rogado', es decir, se impuso como condición para votar que el expatriado manifieste ante la autoridad consular su intención de hacerlo. Se estableció un sistema en tres pasos: registrarse como residente en el exterior, solicitar el voto y una vez recibida la documentación, remitirla a España por correo certificado.

Sin embargo, el proceso no resultó ser tan sencillo y el cambio se tradujo en una caída de la participación: mientras en las generales de 2008 votó el 32% de los emigrantes, en las de 2011 fueron el 5%. "En las convocatorias de elecciones europeas, municipales y autonómicas que se han celebrado desde entonces la participación ha sido aún menor, aunque el Censo de Residentes Ausentes (CERA) se ha incrementado exponencialmente por la mayor emigración económica de españoles", explica Lara.

La razón, además de una reforma que "afecta gravemente a un derecho fundamental reconocido en la Constitución y resulta impropia de un Estado democrático", las "trabas burocráticas y obstáculos" que de ella se derivan. Señala "desinformación en los propios consulados" que, asegura, "no están siendo todo lo diligentes que deberían".

Lara incide en que "no se activan adecuadamente para facilitar y promover el ejercicio del derecho a voto", como cuando deniegan la inscripción como "residente temporal" a una persona que lleva más de un año fuera de España aunque ni la LOREG ni el Real Decreto que la desarrolla imponen que deban hacerlo.

"Todo esto se enmarca además en un procedimiento que son esos tres pasos pero con unos plazos cortísimos. Sucede que aunque vayas superando todos los obstáculos, te puedes encontrar con que solicitas el voto, se te envía la documentación y ésta te llega tarde, como de hecho está pasando, o te llega incompleta, o que no tengas plazos de reclamación", denuncia el jurista.

Lara afirma que se trata de "una situación bastante generalizada" a la que se suman "los problemas específicos" de cada país de residencia, como aquellos donde no hay representación consular. Es el caso de Georgia, donde vive el cooperante español Ioseba Amatriain, y que depende del consulado de Ankara, en Turquía. Cuenta a Europa Press que ha vivido en cuatro países distintos desde que se reformó la LOREG y no ha conseguido votar en ninguna convocatoria, y no por falta de ganas.

"Creo en la democracia y considero que mi derecho al voto es una obligación como ciudadano. Desgraciadamente, en el actual sistema político español el derecho al voto no es una prioridad, aunque es prácticamente el único medio que tenemos de dar nuestra opinión e influir directamente en la clase política. Para mi es esencial al menos, votar, un derecho básico en cualquier democracia, excepto en la española", denuncia.

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