La estocada

  • No ha salido bien parado hoy el líder del PSOE, Pedro Sánchez, en la sesión de control del Congreso, y se ha llevado del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la crítica que menos puede gustar a un líder político nuevo: la de que su antecesor era mejor.

Patricia de Arce

Madrid, 26 nov.- No ha salido bien parado hoy el líder del PSOE, Pedro Sánchez, en la sesión de control del Congreso, y se ha llevado del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la crítica que menos puede gustar a un líder político nuevo: la de que su antecesor era mejor.

La que parecía una sesión de control de trámite, aguardando el esperado debate sobre la corrupción de mañana, se ha convertido en un rifirrafe a cuatro protagonizado primero por Rajoy y Sánchez y después por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el portavoz socialista, Antonio Hernando.

Pedro Sánchez se ha empeñado en subrayar, en un balance de los tres años de Gobierno de Rajoy, que el presidente "ha defraudado" a los españoles y les ha "engañado" con políticas contrarias a las que había prometido, como las subidas de impuestos o los recortes en sanidad y educación.

"No le queda asignatura por suspender", le ha dicho Sánchez al presidente, quien ha recogido el guante para hacer también balance, aunque positivo, de su gestión, ha vuelto a reprocharle al PSOE su herencia, ha asegurado que el país está mejor de cómo se lo encontró y ha rematado con un puyazo al líder socialista.

"El que está peor es el PSOE, que estaba mucho mejor con Rubalcaba que con usted", le ha dicho, provocando la ovación de la bancada popular.

Los agravios podrían haberse quedado en este cara a cara, pero el portavoz socialista, Antonio Hernando, ha querido continuar el debate.

Así, en lugar de preguntar a la vicepresidenta, Hernando ha optado por seguir con reproches a Rajoy por su gestión, y ha defendido a su jefe por querer ahora "corregir" la reforma del artículo 135 de la Constitución.

Una estrategia la de Hernando que Soraya Sáenz de Santamaría ha aprovechado para seguir mofándose del discurso y las propuestas de Sánchez.

Según la vicepresidenta, Hernando ha tratado de echarle un "capote" o una "muleta" a Sánchez, pero le ha salido el tiro por la culata porque lo único que ha conseguido ha sido una "estocada" para el líder socialista.

Aunque el discurso de la número dos del Ejecutivo ha gustado mucho a los suyos, no la ha librado de escuchar de Antonio Hernando duros reproches por la situación de RTVE -el tema de su pregunta-, acusando al Gobierno de haber conseguido que el ente público haya perdido no solo independencia económica sino también informativa.

Previo a la discusión de capotes y estocadas ha sido el cara a cara entre Rajoy y Josep Antoni Duran Lleida.

Y en este caso ha habido un nuevo quiebro, el del portavoz de CiU, que se ha centrado en su pregunta económica sin citar siquiera el debate soberanista, un día después de que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, anunciase su nueva agenda y su objetivo de un Estado catalán en dieciocho meses.

Lo de Rajoy y Duran ha sido, una vez más, todo corrección, y mucho más caldeado ha estado el debate entre el presidente y Rosa Díez.

"Falso", ha sido el adjetivo más empleado por la portavoz de UPyD para señalar todas las promesas de Rajoy que después no se han cumplido, sobre todo la de que no iba a haber consulta soberanista.

El presidente ha defendido su "proporcionalidad" en este asunto frente a lo que, según ha sugerido, habría querido Rosa Díez que hiciese el pasado 9 de noviembre, pero "no se atreve a decir".

Y la líder de UPyD ha acusado a Rajoy de "no tener capacidad para decir la verdad" y de "no dar señales de vida".

Todo en una sesión marcada por el anuncio de Artur Mas de seguir adelante con sus planes independentistas y por la preparación del debate de mañana sobre corrupción. Seguro que este tema enciende la lucha dialéctica de sus señorías mucho más de lo visto en el Congreso hoy.

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