El suizo Gianni Infantino es la opción preferida para la zona Conmebol, que votará "en bloque" por el secretario general de la UEFA, una confederación que con la que los sudamericanos mantienen tradicionalmente buenas relaciones.
"La impresión que tuve aquí en Asunción es que hay voluntad de dar vuelta a la página y escribir una nueva página en el fútbol. El fútbol en América del Sur es pasión, corazón, leyenda. Hay que volver a eso", declaró Infantino a finales de enero en la capital paraguaya, donde acudió al Congreso extraordinario que eligió como nuevo presidente de la Conmebol a Alejandro Domínguez.
El nuevo dirigente del fútbol sudamericano confirmó apenas dos días después el apoyo de Conmebol a Infantino y su proyecto para regenerar la FIFA.
Infantino ya había estado en la sede de la Conmebol a principios de noviembre, pero visitó entonces al que era presidente, Juan Ángel Napout, que un mes más tarde fue detenido en Zúrich en una segunda oleada del 'FIFAGate', a pedido de las autoridades estadounidense.
El suizo es el candidato que más kilómetros ha hecho por la región en busca de apoyos. A finales de enero estuvo en Panamá y se garantizó por ejemplo el apoyo de las siete federaciones nacionales centroamericanas (UNCAF).
En febrero, los principales favoritos estuvieron en Miami en una reunión de la Concacaf, que señaló entonces que no tenía decidido apoyar a un candidato en bloque.
Uno de los proyectos estrella de Infantino es aumentar el Mundial de fútbol a 40 equipos y eso permitiría elevar los cupos de Conmebol a Concacaf. Sudamérica pasaría en principio del 4,5 actual (4 plazas fijas y un equipo clasificado para un repechaje) a 5, mientras que la Concacaf elevaría de 3,5 también a 5, según el proyecto inicial.
El otro peso pesado de la elección presidencial, el jeque bahreiní Salman, mantiene una relación menos estrecha con el fútbol latinoamericano, canalizada principalmente por la vía institucional, en calidad de presidente de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC).
Desde la Conmebol se trasladó el pasado año una carta a Salman con motivo del 61º aniversario de la AFC, deseando "hermandad" entre ambas confederaciones "en aras de un mundo mejor".
Ese mismo año, la AFC firmó un memorando de entendimiento con la Concacaf, en vísperas de que estallara el escándalo de corrupción que sacude los despachos del fútbol desde mayo de 2015.
"El acuerdo formaliza la cercana relación que la AFC ha estado construyendo con nuestro amigos de la Concacaf. Las dos confederaciones tienen características comunes y esperamos trabajar juntos", afirmó entonces Salman.
El príncipe Ali, candidato perdedor ante Joseph Blatter, buscó aliados en el fútbol latinoamericano, como ya consiguiera en 2015, pero sin aparentes grandes éxitos, pese a ser el único junto a Infantino que viajó a Asunción para el Congreso de la Conmebol que eligió a Alejandro Domínguez.
Entre los otros dos candidatos, el sudafricano Tokyo Sexwale y el francés Jérôme Champagne, ese último tiene lazos especiales con Sudamérica en el plano más personal.
Champagne es diplomático de formación y dos de sus destinos fueron en Latinoamérica, como tercer secretario de la embajada de Francia en Cuba (1985-1987) y luego como número 3 de la embajada de su país en Brasil (1995-1997), una época en Brasilia de la que guarda gran recuerdo.
"Fui padre en Brasil. Es un país muy importante para mí", recuerda Champagne, que habla portugués con acento brasileño.
En aquellos años pudo conocer a Pelé, que era ministro de Deportes, y desde entonces mantienen una relación de amistad.
A partir del viernes, con nuevo presidente en el sillón de la FIFA en lugar de Blatter, Latinoamérica tendrá que hacer frente a los retos de una nueva era.
dr/psr
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios