Petro Poroshenko, Vladimir Putin, François Hollande y Angela Merkel evocaron igualmente la preparación de las elecciones locales en los territorios rebeldes, como está previsto en los acuerdos de Minsk que apadrinaron en febrero de 2015.
Los dirigentes no habían discutido conjuntamente desde su encuentro en París el 2 de octubre.
Según un comunicado de la presidencia francesa, los cuatro líderes reafirmaron "la importancia de que se aplique plenamente el conjunto de medidas de Minsk" en 2016, según el texto.
Ucrania debe modificar su Constitución para darle más autonomía a los territorios rebeldes y organizar así esas elecciones locales. Esas medidas provocan ásperas discusiones políticas en Kiev, ya que varios sectores consideran que son un medio de legalizar de facto el separatismo y desestabilizar el resto del país.
El conflicto entre las fuerzas ucranianas y los rebeldes prorrusos ya han dejado más de 9.000 muertos desde abril de 2014.
Ucrania insiste que no podrán celebrarse elecciones si no son retiradas antes las armas y tropas extranjeras, y si no recupera el control total de su frontera con Rusia.
Los cuatro dirigentes acordaron que sus respectivos ministros de Relaciones Exteriores deberán "hacer el balance de la aplicación del paquete de Minsk de aquí a principios del mes de febrero".
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