Los socialistas españoles, determinados a intentar formar gobierno

El jefe del gobierno saliente, el conservador Mariano Rajoy, reconoció la semana pasada que no tiene los apoyos necesarios para gobernar. Su formación, el PP, que llegó en cabeza de las elecciones legislativas del 20 de diciembre, cuenta solo 119 diputados, lejos de la mayoría absoluta de 176.

"Si el Partido Popular y Mariano Rajoy no asumen su responsabilidad (...) de constituir un gobierno para España, el partido socialista (...) se presentará al debate de investidura, esperemos que con un gobierno progresista y reformista", lanzó Sánchez ante los dirigentes de su formación, que obtuvo 90 diputados.

Sánchez no citó los partidos con los que se podría aliar, pero repitió en los últimos días que quiere tender la mano tanto hacia a la derecha, al partido liberal Ciudadanos (40 diputados), como hacia la izquierda, al partido antiausteridad Podemos (69 diputados). Ambas formaciones irrumpieron con fuerza, poniendo fin al histórico bipartidismo PP-PSOE, en un parlamento muy fragmentado.

Rajoy, que insiste sin éxito en pedir un pacto a tres con Ciudadanos y PSOE, volvió a chocar el sábado con la negativa de éste último, quien le reprocha sus draconianas políticas de austeridad y los innumerables escándalos de corrupción en su partido.

"Le digo a Rajoy que abandone toda esperanza: el PSOE no va a indultarlo con su voto", lanzó Sánchez, oponiéndose incluso a abstenerse como abogaron algunos socialistas como el expresidente del gobierno Felipe González.

El secretario general socialista se enfrenta a críticas de varios barones regionales, contrarios a negociar con Podemos, a quienes acusan de "chantaje" por haber pedido ocupar puestos clave como la vicepresidencia.

Intentando aparentemente reforzar su cuestionado liderazgo, Sánchez anunció: "en esa decisión eventual que se pueda tomar de negociación y de acuerdo (...) haremos una consulta a la militancia del partido socialista". Según sondeos, gran parte de sus bases estaría a favor de un pacto con Podemos.

"Demostremos a la gente que el PSOE es uno", pidió.

El sector crítico de los socialistas logró sin embargo que se adelante a mayo el Congreso que debe elegir al próximo secretario general, ante la posibilidad de nuevas legislativas si nadie logra formar gobierno.

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