“Gracias por soportar las cosas de Bono” dijo este jueves el presidente del Congreso en su discurso de despedida. Y es que el mandato del actual presidente del Congreso no pasará desapercibido.
Sobre todo por sus llamadas al orden a sus señorías, a quien un día sí y otro también a tenido que poner en su sitio. Bono ha recordado en más de una ocasión que el deber de sus señorías es estar en el Pleno. Y con reglamento en mano se ha atrevido a dejar fuera del Hemiciclo a varios diputados antes de votar...
Les ha mandado callar muchas veces... En esta ocasión al portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro:
Y en otras muchas les ha pedido que se comporten porque ha de dar ejemplo ante los ciudadanos.
Miguel Sebastián, el ministro de Industria, Comercio y Turismo, ha sido una de las víctimas de Bono. La guerra entre ambos de ‘corbata sí, corbata no’ ha dado lugar a varios capítulos muy curiosos, aunque a veces algo desesperantes como éste en el que Bono echaba mano de la temperatura en el Congreso para defender el uso de la corbata.
Y también han sido muchas las veces en las que a Bono le ha jugado una mala pasada el micrófono abierto. Cómo ésta, en la que se aprecia cómo se hace un lío con el título de la iniciativa a votar y se desespera con palabras mal sonantes.
Ayer mismo, el micrófono abierto volvió a traicionarle y le pilló comentando una supuesta nueva relación sentimental que le atribuyen algunos medios de comunicación.
Pero además de este papel de ‘poli malo’, otra cosa que ha obsesionado a Bono es la de de defender la labor de los diputados y senadores. En plena polémica sobre las vacaciones parlamentarias y las altas pensiones de sus señorías, el presidente del Congreso dio la cara por ellos. Aunque también les ha obligado a hacer público su patrimonio y bienes.
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