Más de 800 posibles casos de “niños robados” están ya en los tribunales

Un total de 849 posibles secuestros de recién nacidos para ser dados en adopción irregular entre los años 1940 y 1990 se hallan ya en manos de las distintas fiscalías, según declaró hoy en el Foro de la Nueva Sociedad el presidente de la Comisión de Justicia del Congreso, Álvaro Cuesta.
Organizado por Nueva Economía Fórum, este encuentro versó sobre el caso de los llamados "niños robados” y en él participaron los presidentes de las principales asociaciones de afectados: Mar Soriano, de la Plataforma Afectados Clínicas de España, y Antonio Barroso, fundador de la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir.)
Según Cuesta, que fue el encargado de presentar a los conferenciantes, “las distintas fiscalías investigan ya un total de 849 asuntos relacionados con este tema, y en 162 de ellos se han encontrado indicios delictivos”. Además, hay 38 casos que ya han sido archivados, señaló.
En su intervención, el parlamentario recordó también que el fiscal general del Estado fijó este asunto como una de las líneas prioritarias de investigación por parte del Ministerio Fiscal, durante un encuentro con los fiscales superiores de las comunidades autónomas.
Asimismo destacó la implicación del Defensor del Pueblo y subrayó que en una resolución del mes de febrero, el Congreso ya instaba al Ejecutivo a reforzar el apoyo a las víctimas, facilitar medios de ayuda a las familias, impulsar la identificación mediante pruebas de ADN (siempre de acuerdo con la ley de Protección de Datos), coordinar las actuaciones de los distintos organismos y facilitar el acceso a los registros en hospitales, juzgados, parroquias y cementerios.
“La Comisión de Justicia será el marco de diálogo con los afectaos, que antes de que termine esta legislatura volverán a comparecer para realizar una evaluación de las medidas puestas en marcha”, señaló Cuesta.
En su opinión, “el fraude de los niños robados es una de las páginas más negras de la historia de España”, y “los hechos no están tan lejanos como para que la sociedad y el Estado no se sientan concernidos".