Mas se deja querer por PPC y ERC y diluye su impuesto a las grandes fortunas

  • El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha escenificado hoy su predisposición a dejarse ayudar por PPC y ERC, las dos formaciones que más explícitamente le han tendido la mano, mientras que su propuesta de un impuesto para las grandes fortunas ha quedado diluida, al circunscribirse al ámbito estatal.

Barcelona, 28 sep.- El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha escenificado hoy su predisposición a dejarse ayudar por PPC y ERC, las dos formaciones que más explícitamente le han tendido la mano, mientras que su propuesta de un impuesto para las grandes fortunas ha quedado diluida, al circunscribirse al ámbito estatal.

La segunda jornada de debate de política general en el Parlament, antes de votar mañana las propuestas de resolución, ha evidenciado las diferencias entre Govern y PSC, principal partido opositor, inmerso en un proceso precongresual para renovar su liderazgo.

El presidente del grupo parlamentario del PSC, Joaquim Nadal, ha empleado un tono inusualmente duro para acusar al Govern de querer "desmantelar" el Estado del Bienestar y ha acusado a Mas de llevar a los catalanes a "la inmolación" con sus recortes sociales,

No se ha cerrado a debatir el pacto fiscal que plantea Mas, pero siempre que también se escuchen sus propuestas, y ha retado a Mas a recuperar íntegramente el Impuesto de Sucesiones.

Tanto o más beligerante se ha mostrado el líder de ICV-EUiA, Joan Herrera, que ha reclamado un "pacto fiscal" entre catalanes para que haya un reparto más equitativo de los costes de la crisis económica y ha desafiado a Mas a convocar una consulta sobre los ajustes.

Mucho más cordial ha sido, en cambio, el debate entre Mas y la presidenta del PPC, Alícia Sánchez-Camacho, que ha advertido de que los recortes en sanidad y su "transición nacional" generan "alarma", aunque ha adoptado un tono más comedido en sus críticas.

Sánchez-Camacho ha asegurado que su partido está dispuesto a hablar de la propuesta de pacto fiscal, desde la "lealtad y la responsabilidad recíprocas".

Por su parte, el presidente del grupo de ERC en el Parlament, Joan Puigcercós, ha ofrecido el apoyo de su partido al gobierno de CiU si se decide a reclamar el concierto económico como futuro sistema de financiación de Cataluña, de forma clara y lo más unitaria posible, en lugar de negociar en solitario.

La sesión de hoy ha puesto de relieve el trato deferente de Mas hacia PPC y ERC, los únicos que parecen dispuestos a facilitar la aprobación de los presupuestos catalanes para 2012.

Al PPC le ha garantizado que el Govern está empezando a cumplir sus compromisos de reducción de empresas públicas de la Generalitat e incluso está dispuesto a ir "más allá" y estudiar privatizaciones, mientras que con ERC se ha comprometido a estudiar una subida del IRPF para los más ricos y ha elogiado la predisposición de Joan Puigcercós a buscar puntos de encuentro con el Govern.

Mas, que ha defendido una vez más la gestión de su Govern para preservar el "núcleo" del Estado del Bienestar, ha aclarado que el impuesto a grandes fortunas que propuso ayer debería tener carácter estatal y, por lo tanto, debería impulsarse desde las Cortes.

"Creo que la Generalitat no puede hacerlo directamente, pero lo miraremos a fondo. Y si no lo podemos hacer, lo propondremos", ha admitido.

En general, y pese a la controversia por los recortes del Govern, el debate de este año ha carecido de la tensión de otras ediciones, una sensación que coincidía con los desérticos accesos al Parlament, donde habitualmente suelen concentrarse sindicatos y colectivos de todo tipo para reivindicar su causa pero que en estos dos días, sorprendentemente, no han hecho acto de presencia.

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