Menéndez garantiza que la agencia tributaria “no está politizada” y actúa con “seriedad” si hay filtraciones


El director general de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, aseguró este martes que la institución “no está politizada; ni lo está ni yo lo permitiría”.
Durante su comparecencia en la Comisión de Hacienda y Administraciones Públicas del Congreso de los Diputados, respondió así a las críticas de los grupos de la oposición sobre actuaciones supuestamente llevadas a cabo por motivaciones políticas, como fue la polémica de la multa a Cemex.
Menéndez defendió la “profesionalidad, seriedad e independencia” de la Agencia Tributaria y de sus funcionarios, tanto con el actual Gobierno del PP como cuando ha estado al frente el PSOE.
Además, quiso dejar claro que sobre informaciones o comentarios “ni opino ni cuento” con ello a la hora de actuar.
Por otra parte, reclamó a los diputados que concreten a qué se refieren cuando denuncian filtraciones. Así, pidió qué “dato, informe o antecedente” ha salido de la Agencia Tributaria o del Ministerio de Hacienda, para recordar que otra cosa son los informes que se conocen en el marco de un proceso judicial por interés de alguna de las partes.
En todo caso, garantizó que “cuando hay una filtración en la Agencia Tributaria, si es que la hay, se actúa con muchísima seriedad”.
Respecto a la futura publicación de la lista de morosos con el Fisco, Menéndez señaló que es un “buen instrumento en la lucha contra el fraude”, además de que los ciudadanos “tienen derecho a saber” quiénes pagan sus impuestos y quiénes no lo hacen.
Respecto a la ‘lista Falciani’ de clientes españoles del HSBC en Ginebra, indicó que “no es nada” comparado con la información que tiene ahora la Agencia Tributaria gracias, por ejemplo, al modelo 720 de declaración de bienes y derechos en el extranjero.
El responsable de la Agencia Tributaria respondió también a las críticas de la oposición por los numerosos cambios que ha habido en los puestos de libre designación.
En este sentido, dijo que ser cesado de un puesto de libre designación “no es ningún trauma personal”, ya que “vuelves a tu puesto donde sigues teniendo tu trabajo y tu sueldo”.
Además, defendió los cambios porque “es mi deber rodearme de las personas que me parecen más adecuadas para sacar los proyectos adelante”. “Perfecto no soy, pero orientado voy”, sentenció.

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