Solo se reunirán los gobiernos

Sánchez descarta a Junqueras en la mesa de diálogo para apartar a Puigdemont

Moncloa renuncia a convocar una mesa de partidos a pesar de que veía bien que Oriol Junqueras participara en las reuniones. Las fianzas del Tribunal de Cuentas por el procés marcarán los días previos.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su reunión con el president de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès
Sánchez descarta a Junqueras en la mesa de diálogo para apartar a Puigdemont
Borja Puig de la Bellacasa / POOL Moncloa

Renunciar a uno para no tener que llamar al otro. Las tretas para afrontar eventos incómodos también llegan a cuestiones tan relevantes como el conflicto entre el resto del Estado y Cataluña. La idea deslizada por algunos ministros de incorporar a la mesa de negociación entre Gobierno central y Govern catalán a Oriol Junqueras no se llevará a cabo. El motivo es que el recién indultado exvicepresident no forma parte del actual Ejecutivo que lidera Pere Aragonès. Por lo que llamarle a la cita abriría la puerta a que otros destacados líderes del procés pudieran participar en la misma. Entre los que estaría el expresident Carles Puigdemont. Una circunstancia que tanto el presidente, Pedro Sánchez, como su equipo, quieren evitar. Lo que les ha llevado a descartar una 'mesa de partidos' y a que las reuniones solo cuenten con miembros de ambos gobiernos, según ha podido saber La Información.

La decisión de Moncloa ha puesto fin a varias jornadas de debate interno sobre cómo afrontar esta nueva etapa de relaciones con el independentismo. Tras los indultos, las relaciones se han encauzado, con Sánchez insistiendo en que tras conceder el "perdón" porque era lo que tocaba, ahora es el momento de la "reconciliación". Esto es lo que jugaba a favor de que Junqueras pudiera ser uno de los invitados destacados en Moncloa cuando se convoquen las próximas reuniones, que llevan sin producirse desde antes de que estallara la crisis sanitaria por el coronavirus. A esto hay que sumar que las relaciones con ERC son buenas. Tanto como el president catalán como con el líder de su partido se han mantenido conversaciones para cuestiones de importante. Es lo que ocurrió, por ejemplo, para la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. 

Aun con esa maquinaria engrasada a la hora de tratar con los republicanos, en el seno del Ejecutivo había ciertas dudas. En ciertos sectores se había advertido de los posibles costes políticos de las imágenes de un Junqueras recién indultado compartiendo una reunión con quienes le han otorgado esa medida de gracia, como ha podido saber este diario. Es decir, se temía una polémica por la escena de un condenado del procés pasando por Moncloa para un encuentro al más alto nivel entre administraciones. A favor de quienes advertían de esta circunstancia jugaba la actitud de ERC. Hace un mes, los de Aragonès si querían que su líder estuviera en la cita. Pero tras los indultos, esa insistencia se disipó. 

Lo que finalmente ha inclinado la balanza es ese riesgo de que Junts, que comparte el Govern con ERC, exigiera que Carles Puigdemont fuera considerado como un miembro más en la mesa de negociación. En Moncloa sí estaban dispuestos a la foto de Junqueras junto a Sánchez y sus ministros, como admitieron algunos de ellos, como Carmen Calvo o José Luis Ábalos.  Pero no a que ocurriera lo mismo con el expresident. Ese escenario se considera perjudicial para los intereses del Ejecutivo central. También estiman que podría ser nocivo para sus planes de reconciliación en Cataluña. A pesar de que el partido de Puigdemont es el tercero más votado en la región catalana, solo por detrás del PSC y ERC.  

Aceptar la participación de Puigdemont también habría traído ciertos problemas de logística. Sus cuentas pendientes con la Justicia española habrían impedido que regresara al país. Si lo hiciera, podría ser detenido en cualquier momento por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Y dado que el indulto preventivo al expresident ya ha sido descartado por el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, su presencia de manera física en los foros de Moncloa sería impensable si quiere mantener una huida que ya dura tres años y medio. La única opción sería entonces la vía telemáticas Por lo que a los asistentes del Consejo de Ministros y del Govern habría que sumar una pantalla para que jefe de filas de Junts tomara parte en la negociación. 

El Tribunal de Cuentas, de fondo

Más allá de Puigdemont y Junqueras, la polémica ahora entre Moncloa y el Palau de la Generalitat tiene que ver con las fianzas que ha impuesto el Tribunal de Cuentas a los líderes del procés. Las altas cantidades que exige a ambos, que superan los 1,9 millones, han provocado un gran descontento en el independentismo. La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha calificado esas multas de "piedra en el camino". Algo que ya hizo Ábalos. Aunque Plaja ha ido más allá, y ha señalado que dicho tribunal "quiere arruinar a familias y meter miedo". Una cuestión que ha estado muy presente en la reunión que han mantenido Sánchez y Aragonés en la tarde del martes en el Palacio de la Moncloa. 

El planteamiento definitivo de que las conversaciones impliquen exclusivamente a los gobiernos va a facilitar que varios de los participantes en la anterior, de febrero de 2020, repitan. Por parte del Gobierno central, se puede contar con Pedro Sánchez, Carmen Calvo, José Luis Ábalos o María Jesús Montero. A ellos, como cuota catalana, se sumarían Miquel Iceta y Manuel Castells. Además, se prevé que esté la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, por su condición de líder de Unidas Podemos. La delegación del Govern la liderará Pere Aragonés como president. Junto a él estarán previsiblemente el vicepresident, Jordi Puigneró, de Junts; o la consellera de Presidencia, Laura Vilagrá, de ERC. La duda está en si podrá participar uno de los 'cerebros' de Esquerra. Se trata de Josep María Jové, que es el presidente del grupo parlamentario de su formación. Pero no tiene cargos, ya que solo es diputado.

Mostrar comentarios