Tras la oleada de peticiones de las CCAA

Moncloa baraja convocar al Consejo de Ministros para aprobar la nueva alarma

El Gobierno estudia reunirse este domingo para decretar el instrumento constitucional que permitirá limitar la movilidad e imponer los toques de queda.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa
EFE

La Moncloa empieza a plantearse una reacción inmediata a la petición de varias comunidades de decretar el estado de alarma. El Gobierno estudia reunirse este mismo fin de semana en un Consejo de Ministros extraordinario para aprobar la norma en todo el país por el avance del coronavirus, según apuntan fuentes gubernamentales a La Información. Esta medida serviría para dar cobertura jurídica a las autonomías, que quieren imponer toques de queda y confinamientos perimetrales. La decisión aún no está tomada, y de producirse, todo apunta a que sería el domingo, según otras fuentes consultadas. Los ministros están a la espera de que lo que decida Pedro Sánchez. Por el momento, el presidente mantiene en agenda su visita a Roma para reunirse con el Papa Francisco este sábado. 

"Aún no está decidido del todo", aseguran varias fuentes gubernamentales a este medio, que además admiten que los miembros del Ejecutivo están expectantes ante la decisión definitiva de Sánchez. Una situación que se ha precipitado por el anuncio de la Generalitat de Cataluña de sumarse a la lista de autonomías que han reclamado al Ejecutivo central que ponga en marcha el instrumento constitucional. Antes, País Vasco, La Rioja, Extremadura, Asturias, Castilla-La Mancha o Melilla habían hecho la misma reclamación. Aunque todas ellas han reclamado que no vuelva a haber un mando único en Moncloa y que el poder lo mantengan los presidentes regionales. 

La cascada de peticiones de la alarma lanzadas desde casi una decena de autonomías se ha producido tras la declaración institucional de Sánchez de este viernes a mediodía. El presidente no hizo alusión a la posible aprobación de otro estado de alarma, pero sí aseguró que estaban listos para tomar las medidas que fueran necesarias. Además, tuvo varios guiños a las CCAA, a las que reconoció sus planes contra el virus. Un guante que han recogido varias de las que están gobernadas por el PSOE, a las que se sumó un apoyo clave como el de País Vasco. Finalmente, Cataluña ha inclinado la balanza y ha activado la maquinaria en Moncloa. 

Que el Gobierno se plantee la convocatoria el domingo y no este mismo sábado responde a esa cita de Sánchez con el pontífice en el Vaticano. Al encuentro acudirá acompañado de su esposa, Begoña Gómez. La cita es una de las que más esperaban en Moncloa, y no está sobre la mesa que el presidente deje plantado a Francisco. Los ministros de PSOE y Unidas Podemos lo saben, y están prevenidos para la reunión extraordinaria. El decreto que se publicaría en el BOE está muy avanzado, y estará basado en el nuevo plan acordado en el Consejo Interterritorial de Salud para decretar medidas en función de la incidencia acumulada. 

En el arco parlamentario también están preparándose para actuar tras los primeros 15 días de la alarma, cuando es necesario que el Congreso apruebe una prórroga. Fuentes del hemiciclo aseguran que ya están esperando las llamadas correspondientes para ponerse a negociar. Desde el PP, fuentes consultadas por este diario aseguran que si el Gobierno pone encima de la mesa un nuevo estado de alarma la situación les empujaría a apoyar su prórroga en el Congreso. No les quedaría más remedio, dicen. Lamentan, eso sí, que Moncloa no haya aceptado su propuesta para confinar modificando las leyes sanitarias. 

Al contrario de lo que ocurrió en las prórrogas para que continuara el confinamiento que comenzó en marzo, ahora el Gobierno tendría mucho más fácil lograr la mayoría suficiente para aprobar la continuidad del instrumento constitucional. Las peticiones de País Vasco y Cataluña permiten a socialistas y morados contar casi seguro con los votos de PNV, ERC y Junts per Catalunya. A estos se sumarían los escaños de Ciudadanos, que se ha puesto a disposición de Sánchez para que la alarma tenga el respaldo suficiente. Y si el resto de los socios de investidura no fallan, los 176 escaños necesarios estarán al alcance de la mano. 

Mostrar comentarios