Montón y 24 horas de infarto hasta su cese: "No acaba el día en el ministerio"

  • Segunda crisis para el Gobierno de Sánchez en tres meses provocada por situar el listón de la dimisión tan bajo durante su etapa en la oposición.
Carmen Montón, exministra de Hacienda
Carmen Montón, exministra de Hacienda
EFE

Carmen Montón dimite y Pedro Sánchez se queda sin su segundo ministro en cien días. El adiós por anticipado de la titular de Sanidad llega motivado por las presiones internas que ha estado recibiendo el presidente del Gobierno desde este lunes. Han sido 36 horas de comentarios e insistencias para que el presidente dejara caer a la segunda miembro del Consejo de Ministros en apenas cien días, detrás de Màxim Huerta. Finalmente, la ministra ha decidido marcharse y el jefe del Ejecutivo ha aceptado su decisión. Nunca antes un Gobierno había perdido en España de forma tan precipitada a dos de sus titulares.

Montón renuncia víctima de la estrategia que decidió su propio partido. El PSOE, durante su etapa en la oposición, situó el listón de la dimisión muy bajo. Cuando se conoció el polémico Máster de Cristina Cifuentes en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) el propio Sánchez fue rápido y contundente al pedir su dimisión: "Condición necesaria pero no suficiente". En el caso del Máster de Pablo Casado, ya en Moncloa, el presidente afirmó que tenía que dar explicaciones... "y ahí me quedo". Ahora, la ya exministra de Hacienda abandona el Ejecutivo como una damnificada de lo que pidieron los suyos para otros. Víctima, en definitiva, de esos "compromisos con los votantes" que repitió Sánchez.

Durante todo el martes diferentes dirigentes socialistas han manifestado al Gobierno que lo mejor para el partido y el Ejecutivo era "sacrificar el peón" de Montón. Algún diputado era contundente a primera hora de la tarde en los pasillos del Congreso: "No acaba el día en el Ministerio". Mientras, Sánchez apoyaba en el Senado a la valenciana en términos nada dudosos: "Ha hecho un buen trabajo y lo va a seguir haciendo".

¿Qué paso, entonces, entre esas palabras de Sánchez y la dimisión de la ministra Montón? La presión iba 'in crescendo' durante la tarde y varios medios comenzaron a encender "la máquina del fango" (en palabras de un diputado socialista) con informaciones comprometedoras, como la acusación de que pudo plagiar parte de su Trabajo Fin de Máster (TFM). 

En el partido concluyen que esa presión mediática (Huerta lo calificó de "jauría") es lo que ha hecho "reflexionar" a Montón. La ministra comenzó la mañana admitiendo que sería "injusto" renunciar, aunque en el PSOE afirman que se le vio "muy incómoda". Por la tarde recogió sus cosas del despacho del Paseo del Prado y cerró la puerta para no volver. 

Màxim y Montón, dos casos muy similares

El caso Montón remite irremediablemente al caso Màxim. Con el extitular de Cultura Pedro Sánchez también fue tibio. Cuando se conocieron sus problemas con Hacienda el presidente se limitó a decir que iba a escuchar sus explicaciones, pero que seguía confiando en él. Algo similar, incluso más preciso, ha ocurrido con Montón. Por eso en el PSOE se bromea afirmando que al actual Gobierno se puede aplicar el dicho futbolístico de "entrenador ratificado, entrenador cesado".

Sánchez reconoció tras la dimisión de Huerta que si hubiera conocido sus problemas con la Agencia Tributaria quizá no le habría nombrado ministro. Con Montón ha sido diferente: el presidente conocía la polémica de su Máster ya que fue motivo de una pregunta parlamentaria en las Cortes Valencianas durante su etapa como consejera del ramo en la Generalitat.

Del éxito de la Sanidad universal al paro

Carmen Montón renuncia como ministra apenas cinco días después de ser noticia por otro motivo muy diferente: la aprobación del decreto de universalización de la sanidad, que devuelve la asistencia a los inmigrantes irregulares en las mismas condiciones que los españoles, sin que tengan necesidad de justificar su residencia. Ese es su principal legado en apenas cien días en el Consejo de Ministros.

Ahora su futuro es el paro. Hace algo más de tres meses era consejera de Sanidad y Salud Pública de la Generalitat Valenciana. Pedro Sánchez le llamó a su lado y ella aceptó encantada. Ahora es historia en el Gobierno a pesar de repetir una y otra vez que ella no ha cometido "ninguna irregularidad". Hay que recordar que Màxim Huerta también insistió en su inocencia y horas después dimitió.

Mostrar comentarios