Moscú ofrece contacto a Kiev tras intensificar presencia militar en fronteras

  • Rusia, cada vez más presionada por la comunidad internacional, entreabrió hoy una puerta a un eventual primer contacto con las nuevas autoridades de Ucrania tras intensificar su presencia militar en la frontera que comparte con ese país y enviar aviones de combate a Bielorrusia, vecina de ambos.

Arturo Escarda

Moscú, 13 mar.- Rusia, cada vez más presionada por la comunidad internacional, entreabrió hoy una puerta a un eventual primer contacto con las nuevas autoridades de Ucrania tras intensificar su presencia militar en la frontera que comparte con ese país y enviar aviones de combate a Bielorrusia, vecina de ambos.

Tropas de infantería, artillería, destacamentos mecanizados y unidades de paracaidistas, las fuerzas de elite rusas mejor preparadas para el combate, participan en unas maniobras de gran envergadura en varias regiones que limitan con Ucrania.

"Los comandantes de los destacamentos entrenan en la organización de diversos tipos de combate, (...) aprenden a pensar de forma no estereotipada, engañar al enemigo y lograr el factor sorpresa", informó hoy el Ministerio de Defensa ruso.

En otro gesto encaminado aparentemente a demostrar el poderío militar ruso, Moscú ha enviado seis cazas Su-27 y tres aviones de transporte militar a la vecina Bielorrusia para realizar, entre otras labores, misiones de espionaje aéreo.

Tras mostrar músculo en las fronteras de Ucrania, la Cancillería rusa anunció hoy su disposición a acudir mañana viernes a una reunión en Minsk de viceministros de Asuntos Exteriores de la postsoviética Comunidad de Estados Independientes (CEI), de la que forma parte Ucrania y en la que podría producirse un eventual primer contacto.

"Todo depende de la parte ucraniana, que en una nota del Ministerio de Exteriores aseguró que tal encuentro sería inaceptable", señaló, sin embargo, la Cancillería rusa en un comunicado.

A las sanciones anunciadas por EEUU y la Unión Europea, se sumó hoy la congelación del proceso de adhesión de Rusia a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y una seria advertencia del G7, que entre otras cosas, exigió este miércoles a Rusia abrir un diálogo directo con Kiev.

Hasta ahora, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, se ha negado a reunirse con su colega de Ucrania, ya que Moscú no reconoce como legítimas a las autoridades surgidas en Kiev tras el derrocamiento de Víktor Yanukóvich.

Ante las crecientes e incesantes presiones de la comunidad internacional, el presidente ruso, Vladímir Putin, planteó al Consejo de Seguridad de Rusia la necesidad de revisar las relaciones de Moscú con Occidente

"Vamos a pensar juntos sobre cómo afrontar nuestras relaciones con nuestros socios y amigos en Ucrania, y con nuestros socios en Europa y Estados Unidos", apuntó el líder del Kremlin en una reunión a la que acudió toda la plana mayor del país.

El referéndum que se celebrará el próximo domingo en Crimea sobre su reunificación con Rusia se acerca inexorablemente y Moscú, que ha garantizado a las autoridades crimeas la adhesión del territorio, se ve cada vez más arrinconada por el resto del mundo, aunque mantiene la esperanza de que las sanciones se limiten al ámbito político.

"Estamos preparados para cualquier devenir de los acontecimientos. Pero mantenemos la esperanza de que serán sanciones políticas, y no un bloque más amplio que afecte a las relaciones económicas y comerciales", dijo hoy el viceministro de Economía ruso, Alexéi Lijachev.

No lo creen así los inversores, como demostró hoy la bolsa de Moscú, que retrocedió a sus peores números en casi cinco años y cuyos dos índices se situaron en registros de la dura crisis económica que golpeó Rusia en 2009, año que concluyó con una caída del PIB de casi un 8 por ciento.

Algunas de las empresas públicas más importantes de Rusia acumulan pérdidas superiores al 20 por ciento de su valor de mercado desde que el Senado ruso autorizara el pasado 1 de marzo la intervención militar en Ucrania.

Mientras, las autoproclamadas autoridades de Crimea echan tierra de por medio con Ucrania y dan por hecho que la península se integrará en Rusia antes de que finalice este mes de marzo.

"El procedimiento es el siguiente: Crimea vota en el referéndum, luego votan la Duma (cámara de diputados) de Rusia, el Senado ruso lo ratifica y el presidente (ruso) lo promulga. En Crimea esperamos que estas tres acciones no lleven más de dos semanas", dijo el presidente del Parlamento regional, Vladímir Konstantínov.

Las autoridades crimeas ya controlan los yacimientos de petróleo y gas en sus aguas territoriales de los mares Negro y Azov, al igual que la compañía ucraniana que extrae estos hidrocarburos, "Chernomorneftegaz".

"Las propiedades públicas que pertenecen a Ucrania como Estado pasarán a la propiedad de Crimea, mientras que las propiedades privadas seguirán siendo privadas", reiteró Konstantínov.

Crimea se prepara para decidir el domingo en referéndum si se reunifica con Rusia, de la que formó parte hasta 1954, o permanece en Ucrania con un grado de autonomía mayor del actual.

En la rebelde península, bañada por el mar Negro, vive casi un 60 por ciento de rusos, un 25 por ciento de ucranianos y un 12 por ciento de tártaros.

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