Obama llama a "ponerse en el lugar del otro" para avanzar en control de armas

  • El presidente de EE.UU., Barack Obama, abogó hoy por "ponerse en el lugar del otro" en el polarizado debate sobre el control de las armas en el país para lograr avances, al defender una reforma en el sistema de verificación de antecedentes penales que impida a los criminales acceder a ellas.

Miriam Burgués

Washington, 3 abr.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, abogó hoy por "ponerse en el lugar del otro" en el polarizado debate sobre el control de las armas en el país para lograr avances, al defender una reforma en el sistema de verificación de antecedentes penales que impida a los criminales acceder a ellas.

Durante un discurso en la Academia de Policía de Denver (Colorado), Obama dijo que ese estado ha demostrado que el progreso "es posible" con la reciente aprobación de medidas para el control de las armas que, a su juicio, no tienen por qué entrar en conflicto con el derecho a tenerlas recogido en la Constitución estadounidense.

"Creo en esto y voy a seguir dando lo mejor de mí, pero voy a necesitar vuestra ayuda", pidió Obama, quien se ha implicado personalmente en una campaña por un mayor control de las armas que se ha convertido en una de las prioridades de su segundo mandato.

Se trata de empezar "a escucharnos unos a otros", según Obama, para ser capaces de hacer algo "constructivo" que evite tragedias como las de los tiroteos del cine de Aurora (julio de 2012) y del instituto Columbine (abril de 1999), ambas ocurridas en Colorado.

La matanza de Aurora, donde murieron 12 personas y otras 58 resultaron heridas, y la ocurrida en diciembre pasado en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), donde fueron asesinados a tiros 20 niños y 6 mujeres, reabrieron el debate sobre las armas en el país.

"Tenemos que ser capaces de ponernos en el lugar de la otra persona. Si usted es un cazador (...) o tiene un arma en casa protegerse, tiene que entender lo que siente una madre cuyo hijo fue asesinado al azar", subrayó Obama en su discurso.

Al mismo tiempo, el que vive en la ciudad debe entender "al que se crió en un rancho e iba a cazar con su padre", agregó.

Puso de ejemplo a su esposa, Michelle, quien una vez después de haber hecho campaña en una zona rural de Iowa le dijo que si viviera allí en un granja "probablemente querría un arma" para sentirse protegida.

"Ya no estamos dispuestos a esperar al próximo Newtown o Aurora para actuar", aseguró Obama, quien en enero presentó una serie de medidas "de sentido común" para reducir la violencia causada por las armas y apuntó que ahora es el Congreso el que debe dar "el siguiente paso".

Tras su receso de dos semanas, el Senado prevé estudiar este mes una propuesta de ley para el control de las armas que no incluye la reinstalación, apoyada por Obama, de la prohibición de las armas de asalto que caducó en 2004.

No obstante, esa propuesta sí prevé contemplar una medida sobre la exigencia de revisión de antecedentes penales del que compra un arma que, según los expertos, tendría un efecto muy importante en la reducción de la violencia.

"Si usted quiere comprar un arma, ya sea de un distribuidor autorizado o un particular, debe por lo menos pasar por una verificación de antecedentes para demostrar que no es un criminal o alguien que lo tiene legalmente prohibido", explicó el mandatario.

No se trata, según Obama, de crear un sistema de revisión de antecedentes nuevo, sino de cerrar sus "vacíos legales", y tampoco se propone crear un registro de armas, como temen algunos propietarios.

"He recibido montones de cartas de orgullosos propietarios de armas" que defienden ese derecho consagrado en la Segunda Enmienda de la Constitución pero, a la vez, "quieren que hagamos algo para detener esta epidemia de violencia armada", sostuvo.

Antes de su discurso, Obama participó en una mesa redonda sobre el control de las armas con familiares de víctimas de las matanzas de Columbine y Aurora, congresistas estatales y jefes policiales locales, acompañado del secretario de Justicia de EEUU, Eric Holder.

El próximo lunes el presidente viajará a Hartford (Connecticut) para seguir pidiendo al Congreso que apruebe las leyes necesarias para un mayor control de las armas y a los estadounidenses que no se olviden de lo ocurrido en Newtown o Aurora.

Mostrar comentarios