Obama retoma su agenda nacional centrado en inmigración tras productiva gira

  • El presidente de EE.UU., Barack Obama, retomó hoy su agenda nacional, tras una productiva gira por Asia y Australia, con la vista puesta en las medidas unilaterales sobre inmigración que podría anunciar esta misma semana pese al rechazo frontal de los republicanos.

Miriam Burgués

Washington, 17 nov.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, retomó hoy su agenda nacional, tras una productiva gira por Asia y Australia, con la vista puesta en las medidas unilaterales sobre inmigración que podría anunciar esta misma semana pese al rechazo frontal de los republicanos.

Después de haber pasado la última semana en China, Birmania y Australia, Obama preveía hoy mantener un almuerzo con su vicepresidente, Joseph Biden, y reunirse con algunos de sus altos asesores en la Casa Blanca, pero todo ello a puerta cerrada.

En esta gira, Obama logró un gran impulso para la lucha contra el cambio climático, una de las prioridades de su segundo mandato, con un ambicioso acuerdo de alto nivel con China y el compromiso de aportaciones financieras de los países del G20, reflejado en el documento final de la cumbre que el grupo celebró en Brisbane (Australia).

Además, durante esa cumbre, EE.UU. y Europa volvieron a demostrar su unidad en torno al conflicto en Ucrania, y Obama subrayó que el aislamiento económico de Moscú "continuará" si prosiguen la venta de armas a las fuerzas prorrusas y otras injerencias.

Mientras Obama se encontraba en Birmania comenzaron a aparecer en la prensa estadounidense las primeras filtraciones de su plan ejecutivo sobre inmigración, que evitaría la deportación de entre 4,5 y 5 millones de indocumentados, según la cadena Fox y el diario The New York Times.

Desde Rangún y al lado de la líder opositora birmana Aung San Suu Kyi, Obama recordó que, hace varios meses, ya advirtió al líder republicano John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, de que, si el Congreso no actuaba, él usaría "toda la autoridad legal" que posee para tratar de que el sistema migratorio "funcione mejor".

"Y eso va a suceder, va a suceder antes de que finalice el año", enfatizó el presidente, quien después repitió lo mismo desde Australia.

Obama podría anunciar su plan esta misma semana, aunque está pendiente de recibir las "recomendaciones finales" de su secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, para definir los detalles de las medidas, según han comentado su portavoz, Josh Earnest, y otras fuentes de la Casa Blanca consultadas por Efe.

Una "pieza clave" del plan de Obama, de acuerdo con The New York Times, es permitir que muchos padres de niños que son ciudadanos estadounidenses o residentes legales obtengan permisos de trabajo y eviten así la deportación.

Por su parte, la cadena Fox reveló que el plan contiene 10 propuestas para aumentar la seguridad fronteriza, mejorar el pago a los funcionarios de inmigración y expandir la Acción Diferida, una medida ejecutiva de 2012 que ha evitado la deportación de más de 580.000 jóvenes que llegaron indocumentados a EE.UU. cuando eran niños.

Destacados demócratas del Senado, encabezados por el líder de su mayoría en esa cámara, Harry Reid, mostraron hoy su apoyo a Obama en una carta en la que instan al mandatario a usar sus poderes ejecutivos "bien establecidos" para mejorar el sistema migratorio

"Apoyamos firmemente su plan para mejorar el sistema de inmigración todo lo que pueda dentro de su autoridad legal, y vamos a permanecer junto a usted para respaldar los cambios que mantengan unidas a las familias, sin dejar de hacer cumplir nuestras leyes de inmigración de una manera que proteja nuestra seguridad nacional y la seguridad pública", dicen los firmantes.

Los senadores recuerdan, además, que dos expresidentes republicanos, Ronald Reagan y George W.H. Bush, tomaron también medidas ejecutivas para proteger a indocumentados que habían quedado fuera de la ley sobre inmigración de 1986.

Los republicanos afirman que cualquier acción unilateral de Obama impedirá que el Congreso apruebe una reforma migratoria integral y pondrá en peligro el consenso bipartidista en otros asuntos.

Fortalecidos por su victoria en las elecciones legislativas del pasado 4 de noviembre, que les llevará a tener el control total del Congreso a partir de enero, los republicanos han entrado en confrontación directa con Obama no solo en materia migratoria, sino también sobre la construcción del oleoducto Keystone XL.

En un claro desafío al presidente, la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, votó y aprobó el pasado viernes un proyecto de ley para la construcción de ese polémico oleoducto, que trasladaría crudo de Canadá al Golfo de México.

El Senado, todavía bajo control demócrata hasta la constitución del nuevo Congreso en enero, someterá a votación ese proyecto mañana, martes.

Obama evalúa desde hace meses la posibilidad de construir ese oleoducto, pero aún no ha tomado una decisión pese a la presión del Gobierno de Canadá, la empresa constructora TransCanada, la industria petrolera, los sectores empresariales, la gran mayoría de los republicanos e incluso algunos demócratas.

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