Países de la UE aplazan a mediados de 2016 impuesto a transacciones financieras

  • Los países de la UE decididos a crear un gravamen a las transacciones financieras anunciaron una nueva base de acuerdo sobre este controvertido impuesto, pero aplazaron su conclusión para mediados de 2016, mientras que Londres volvió a amenazar con demandarlo si se ve afectado por el plan.

Las discusiones terminaron el lunes por la noche sin acuerdo para la implementación del gravamen pero con las "características principales" elaboradas y presentadas este martes a los 28 ministros de Finanzas de la UE reunidos en Bruselas.

Sólo once países del bloque --Alemania, Austria, Bélgica, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Francia, Grecia, Italia y Portugal-- mantenían discusiones a nivel ministerial y técnico para crear este impuesto.

Este martes Estonia anunció que se retiraba de las discusiones, al mismo tiempo que la perspectiva de que entre en vigor el 1 de enero de 2016 se alejaba.

"Es un paso importante, pero no es el fin de la historia", dijo el comisario europeo de Asuntos Financieros, Pierre Moscovici, en un debate público con los ministros.

"Hace meses, años que intentamos avanzar para definir las características esenciales de este impuesto", dijo el ministro francés, Michel Sapin, asegurando que "se franqueó una etapa esencial".

El proyecto de un impuesto a las transacciones financieras, una 'tasa Tobin del siglo XXI', fue inicialmente propuesto por la Comisión Europea en 2011 para paliar las fallas de los mercados financieros, que hundieron al mundo en una crisis en 2008.

Pero la propuesta no prosperó en el bloque, por lo que un grupo de países decidió a principios de 2013 avanzar sobre el tema en un formato reducido.

Las "características principales" halladas entre los ministros "abre la vía a un acuerdo", pero esto "no quiere decir que solucionamos el tema de la implementación", señaló el ministro austríaco, Hans-Jorg Schelling, cuyo país lidera las discusiones.

"El objetivo es clarificar todas las preguntas planteadas durante el primer semestre de 2016 y luego cada país decidirá si quiere continuar o no", agregó.

Este "nuevo paso" volvió a suscitar la oposición de Gran Bretaña.

"Si es sólo una propuesta, bien. Es un pedazo de papel", dijo el ministro británico Georges Osborne alzando en alto la hoja distribuida durante la reunión.

Según Osborne, esta propuesta vulnera no sólo los tratados europeos sino también la legislación europea sobre impuestos.

"Si [el impuesto] tiene un impacto en otros países, incluido el Reino Unido, iremos a la Corte Europea de Justicia", amenazó.

pa/app

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