Presidente de Burundi rechaza el envío de tropas de la Unión Africana a su país

El gobierno ya había rechazado a mediados de diciembre la creación de una Misión Africana de Prevención y Protección en Burundi (Maprobu) por la UA, y había advertido de que su despliegue sin autorización sería considerado como "una fuerza de invasión y de ocupación".

Pero Nkurunziza, que no había hablado del tema en público, se mostró mucho más explícito en una rueda de prensa en Gitega, en el centro del país.

"Todo el mundo debe respetar las fronteras de Burundi. Si vienen las tropas [de la UA], (...) habrán atacado Burundi, y cada burundés deberá alzarse para combatirlas", afirmó.

El presidente alegó varios motivos para rechazar la Maprobu, que debería contar con 5.000 hombres, entre ellos el hecho de que "no se pueden enviar tropas a un país si el Consejo de Seguridad de la ONU no lo ha aprobado".

Pero "la resolución de Naciones Unidas (votada a mediados de noviembre) dice que la comunidad internacional debe respetar la independencia de Burundi, así como sus fronteras", explicó.

La presidenta de la Comisión de la UE, Nkosazana Dlamini-Zuma, escribió al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para pedirle el "respaldo total" de Naciones Unidas para la Maprobu.

El Consejo de Seguridad aún no se pronunció sobre esa fuerza militar, de la que se desconoce cómo será constituida y en qué fecha se desplegará.

Burundi está sumido en una grave crisis desde el anuncio en abril de la candidatura del presidente Nkurunziza a un tercer mandato, considerada por parte de la población contraria a la Constitución y al Acuerdo de Arusha que puso fin a la guerra civil (1993-2006).

La reelección de Nkurunziza en julio y una brutal represión de las manifestaciones provocaron una ola de violencia que causó varios centenares de muertos y más de 200.000 exiliados, según la ONU.

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