Rajoy emplaza al psoe a hablar, “pero en serio”, de la reforma de la constitución


El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, emplazó este martes a la dirección del PSOE a hablar, “pero en serio”, de la reforma de la Constitución, definiendo “con meridiana claridad” qué pretenden hacer, para qué y con el respaldo de qué formaciones políticas.
Rajoy respondió en la sesión de control al Gobierno en el Senado la primera pregunta que le formuló la nueva portavoz del PSOE, María Chivite.
La dirigente socialista subrayó que España atraviesa un momento “muy complicado para la convivencia” en el que el PSOE, enfatizó, respalda al Gobierno en los recursos presentados ante el Tribunal Constitucional para frenar la consulta convocada por el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas. Sin embargo, le dijo, “nuestra postura no es el inmovilismo” sino una propuesta de reforma de la Constitución.
Rajoy le agradeció ese respaldo y se declaró “dispuesto a escuchar” las propuestas del PSOE sobre esa reforma. Entiende que la Constitución ha sido “un gran logro” pero “puede reformarse”, siempre con un objetivo claro.
Destacó, en ese sentido, que siendo líder de la oposición, en 2011, le llamó el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, “y en un cuarto de hora le dije que sí” porque consideró que era “bueno para España” y porque el objetivo estaba claro.
Asimismo, precisó que esa reforma no es hoy prioridad para el Gobierno, partidario de concentrar esfuerzos en la recuperación económica, pero se mostró dispuesto a “escuchar” si le explican “con meridiana claridad”, como entonces hizo Zapatero, el contenido que se quiere cambiar, con qué objetivo y con qué apoyos.
No es lo mismo hacerlo “para contentar a alguien”, argumentó, “que para atender una demanda mayoritaria de los españoles”, como tampoco lo es llegar a acuerdos “con quienes defienden el derecho de autodeterminación” o con quienes pretenden “recentralizar competencias” o incluso reformar la forma de Estado.
Es una materia suficientemente seria, dijo el presidente, como para hablar “en serio” definiendo con claridad “qué, para qué y con quién”.
Chivite expresó su alegría por las palabras del presidente, y, dado que efectivamente es una materia seria, le respondió que debe ser el Gobierno quien tome la iniciativa.
Aseguró que el PSOE respalda los recursos del Gobierno “porque defendemos la legalidad”, pero alertó de que el problema de convivencia requiere diálogo y acuerdo, y una reforma de la Constitución “para seguir viviendo juntos”.
Le emplazó por ello a hacer “una apuesta valiente por la convivencia”, aparcar el inmovilismo y los “diálogos de sordos” y dar una respuesta “inteligente y democrática” al problema con Cataluña para “evolucionar” como ya ha hecho la sociedad.
Chivite acusó al Gobierno de estar haciendo “mucho daño” a los ciudadanos privándolos de prestaciones sanitarias, educativas o de atención a la dependencia, y subrayó que la reforma constitucional debería incluir un fondo de garantía para el Estado del bienestar.
Le retó a “escuchar a la calle” y admitir que España está “en un nuevo tiempo que debe ir acompasado de cambios a todos los niveles”, aceptando la mano tendida del PSOE para reformar la Constitución como un “ejemplo de integración y de convivencia”.
Rajoy ironizó con la idea de que es el PSOE quien quiere reformar la Constitución pero es él quien debe definir el contenido de esa reforma, lo cual es “muy complicado”.
“Hablemos, pero hablemos en serio”, dijo, emplazando al PSOE a especificar las diferencias entre federalismo y estado autonómico, a aclarar si quiere que todas las comunidades autónomas tengan las mismas competencias o no, si reformarían la administración tributaria, si el Senado sería elegido por los ciudadanos y por los gobiernos autonómicos, y si habría alguna disposición específica para alguna comunidad autónoma.
Les emplazó también a explicar “qué posibilidades creen que hay” de conseguir un consenso similar al de 1978, y alertó de que la reforma de la Constitución no puede ser “un comodín para dar respuesta a lo que no nos gusta o no va bien”, ni algo en lo ocupar el tiempo cuando “no se sabe qué hacer”.

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