Sanidad se da otros diez días

Illa estira el calendario y deja la compra de 570 millones de mascarillas en el aire

El INGESA publicó ayer la adjudicación de 64 productos a 52 empresas, un paquete que acapara buena parte del presupuesto de un Acuerdo Marco que ya acumula dos meses de retraso.

Salvador Illa, ministro de Sanidad
Illa estira el calendario y deja la compra de más de 570.000 mascarillas en el aire
Agencia EFE

La cartera de Sanidad sigue estirando el calendario de su megacompra. Lejos queda julio, cuando el ministro Salvador Illa anunció una partida de 2.500 millones para blindar España con "una reserva estratégica" con la que hacer frente a la pandemia. Noviembre avanza y el país sufre la semana más mortal desde la pasada primavera. El material no ha llegado. Cuatro meses después de aquel anuncio, el Gobierno solo ha adjudicado seis de los once lotes que forman el acuerdo marco, dejando para el final la compra de más de 570 millones de mascarillas, de las que nadie sabe nada. 

Tampoco hay noticias de quién fabricará los más de tres millones de gafas y los cerca de 3.000 millones de guantes de nitrilo. De nuevo, el virus le ha vuelto a tomar ventaja a los planes de Sanidad. "Estos seis lotes que se acaban de adjudicar, corresponden a un total de 64 productos de 52 empresas. El resto de los lotes, hasta completar los once licitados, se adjudicarán en los próximos días". Las firmas que aspiran a hacerse con los lotes restantes aguardan al pistoletazo de salida de la cartera para activar la maquinaria. El Ministerio ha rehusado dar nuevas fechas.

"La tramitación es de emergencia por lo que los plazos se acortan", informó Sanidad el 22 de julio, "El objetivo es que, una parte importante del material adjudicado, esté a disposición de los servicios de salud antes de finalizar septiembre". El proceso quedó congelado durante dos semanas, en las que la cartera modificó los términos de licitación. La cartera volvió a publicar la licitación el 5 de agosto... y rebajó su optimismo. "El objetivo es que la adjudicación se realice en agosto, para que las CCAA puedan realizar contratos a final de mes y las empresas puedan comenzar a suministrar a los servicios de salud en septiembre". Ayer, Sanidad volvió a tensar la agenda.

La adjudicación es solo un primer paso. En cuanto se conozcan los nombres de los fabricantes,-previa suscripción del acuerdo marco por parte de las empresas y puesta esta firma en conocimiento de  la Oficina de Publicaciones de la UE-, comenzará la subasta. Y es que no hay nada sellado sobre cuántas unidades le corresponden a cada una de las CCAA benficiarias. El último comunicado de la cartera deja la cuestión en el aire: "Las administraciones autonómicas y nacionales adheridas podrán contactar con las empresas adjudicatarias e ir reservando el material que precisen". Las partidas no están cerradas. 

La Información ha preguntado al Ministerio de Sabidad sobre esta nueva incógnita en relación a la megacompra. "Las cantidades que engloba el Acuerdo Marco están calculadas con las previsiones que han realizado las CCAA adheridas al Acuerdo Marco, por lo que lo previsible es que los pedidos estén dentro de estas cantidades previstas", indica el departamento de Illa, pero matiza, "Cada Administración puede solicitar las cantidades que precise". La falta de control en este asunto podría suponer un último escollo para apuntalar el suministro. La última circular de Sanidad prevé que la cuestión de las reservas se resuelva en poco más de una semana: "Desde INGESA se estima que este proceso no se alargue más allá de diez días" .

Los seis primeros lotes adjudicados han absorbido 1.098.712.648 euros de los 2.578.739.505 -IVA y prórroga incluidos- que Sanidad presupuestó en julio para costear a toda la reserva. En total, 3.700 millones de unidades de equipos entre los que el Instituto de Gestión Sanitaria (INGESA), encargado de tramitar las contrataciones, ha priorizado los lotes de batas (del 1 al 4), el de test moleculares (10) y el de kits de extracción (11). Quedan para el postre mascarillas, guantes y gafas. El retraso en el suministro ha empujado a las CCAA a aglutinar, por su cuenta, estos equipos esenciales para sellar el escudo de los sanitarios contra la Covid-19. 

La carencia de material durante la primera oleada provocó el sonrojo del Ejecutivo y los gobiernos autonómicos, cuyos médicos y enfermeras pasaron semanas bajando a las trincheras de la pandemia a pecho descubierto. El histórico de sanitarios contagiados ya supera los 76.000 y ninguna región ha querido jugárselo todo a la carta del Ministerio. Desde los primeros tambores de rebrote, muchas CCAA iniciaron una revisión periódica del 'stock'.

Si se cumplen sus previsiones, Andalucía tendrá un colchón de EPIs para medio año. "Estamos adquiriendo material de protección por nuestra cuenta, al margen de cómo transcurra el acuerdo marco del INGESA", confirman a este medio fuentes de la CAM, que sostienen que el Ejecutivo madrileño revisa sus despensas cada dos meses. Por el momento, el acuerdo marco queda lejos de cumplir sus objetivos. Las eventualidades han llegado -y pasado- antes que las batas. El ahorro con que Sanidad pensaba desahogar las arcas regionales acumula dos meses de retraso. Al Ministerio le 'sobran' más de 911 millones para mascarillas, guantes y gafas... pero la curva aprieta y el material sigue sin llegar.

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