Sindicatos europeos urgen a la UE a revisar la legislación sobre maternidad

Bruselas, 28 nov.- La Confederación de Sindicatos Europeos (ETUC) y el Lobby Europeo de la Mujer (EWL) instaron hoy a los Gobiernos de la Unión Europea (UE) a retomar las propuestas de revisión de la legislación laboral sobre maternidad, paralizada desde hace dos años.

En una carta abierta dirigida a los líderes de la UE, ambas organizaciones pidieron la formación de grupos de trabajo para lograr nuevos acuerdos, después de que en diciembre de 2010 los Veintisiete se mostraran contrarios a ampliar la baja por maternidad de 14 a 20 semanas.

Los ministros europeos de Empleo y Asuntos Sociales se pronunciaron así en contra de la petición del Parlamento Europeo (PE) de llegar hasta las 20 semanas, más dos de paternidad, totalmente remuneradas, al considerar que tendría repercusiones económicas demasiado importantes dado el contexto actual de crisis.

En 2008, la Comisión Europea (CE) ya había propuesto ampliar el permiso actual hasta 18 semanas, una opción con la que los países se muestran mucho más de acuerdo.

La Confederación de Sindicatos Europeos aseguró que se está enviando un "mensaje negativo" a la sociedad en su conjunto, tras dos años de espera sin que el Consejo Europeo haya remitido respuesta oficial alguna.

"El embarazo y la maternidad son esenciales para lograr la igualdad de género y la protección de los derechos de las mujeres", aseguró el sindicato ETUC en un comunicado.

También resaltó que la participación de las mujeres en el mercado laboral es "crucial" para la recuperación de la economía.

Ambas organizaciones destacaron también que las mujeres embarazadas forman parte de uno de los colectivos de trabajadores más vulnerables en el mercado laboral, situación que, a su juicio, se agrava en tiempos de recesión.

Según el sindicato de mujeres, la crisis económica no debe servir de excusa para la inacción en materia de salud y medidas de seguridad e igualdad, motivo por el que han pedido a la UE que se reafirme y que cumpla los compromisos y las obligaciones en materia de igualdad entre mujeres y hombres.

Los países que más claramente se opusieron a las peticiones de la Eurocámara en ese sentido fueron Reino Unido, Francia y Alemania que argumentaron la inconveniencia de la medida en un momento de crisis económica.

Otros como Italia apoyaron llegar hasta las 20 semanas, pero se opusieron frontalmente a que la remuneración durante toda la baja equivalga al 100 % del último salario de la trabajadora.