Sólo la retirada de los dos candidatos del PP permitiría la renovación del Tribunal Constitucional

Madrid.- El desbloqueo de la renovación del Tribunal Constitucional en el Senado, donde lleva paralizada 28 meses, pasa indefectiblemente por la retirada de las candidaturas de Francisco José Hernando y Enrique López, los dos magistrados propuestos por el PP y que el PSOE ha vetado.

Diecinueve hombres y cuatro mujeres optan a los cuatro puestos de magistrados del Tribunal Constitucional (TC) que debe elegir el Senado, entre ellos Hernando, ex presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), y López, ex portavoz del órgano de gobierno de los jueces.

Ambos han reconocido públicamente su rechazo al Estatuto de Cataluña y a la Ley de matrimonios homosexuales, circunstancia por la que los socialistas rechazaron en su día sus candidaturas al Tribunal Constitucional.

El PSOE admite que el "escollo" han sido siempre los dos candidatos propuestos por el PP y acusa al presidente de este partido, Mariano Rajoy, de haber dado una "orden directa" a los Parlamentos autonómicos de las comunidades donde gobierna para que los designaran, vulnerando así "el espíritu de la ley".

La renovación del TC ha vuelto a la actualidad por la ofensiva de los partidos catalanes (PSC, ERC, CiU e ICV) después de que el TC rechazara el quinto borrador de sentencia sobre la constitucionalidad del Estatuto de Cataluña.

A la cabeza de esta ofensiva se ha puesto el presidente de la Generalitat, José Montilla, que el 24 de mayo comparecerá ante la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado para recabar el apoyo de las autonomías y los grupos parlamentarios a esta renovación.

El PSOE ha emplazado en los últimos días al PP a que dé un "primer paso" para posibilitar el acuerdo.

De producirse ese primer paso, se abriría un abanico de posibilidades para que el Senado proceda a cumplir el mandato constitucional y elija a los cuatro magistrados que le corresponden, según han explicado a Efe fuentes de la Cámara Alta.

La primera sería dirigirse de nuevo a los Parlamentos autonómicos y preguntarles si mantienen los mismos candidatos que, en su día, eligieron para el Alto Tribunal.

Las comunidades del PP tendrían así oportunidad de designar nuevos nombres y de retirar los de Hernando y López.

Otra opción sería que el presidente del Senado convocara la Comisión de Nombramientos de la Cámara Alta, órgano parlamentario que evaluará a los candidatos para que luego sean votados en el pleno y que también preside Javier Rojo.

La Comisión podría así considerar que Hernando y López no son "idóneos" para el Tribunal Constitucional y elegir otros cuatro entre la lista de 23 presentados por los Parlamentos autonómicos, lo que desbloquearía la negociación.

Hasta ahora, Rojo mantiene que no convocará la Comisión de Nombramientos hasta que no haya un acuerdo entre el PP y el PSOE que es imprescindible para que los candidatos sean ratificados por el pleno, puesto que necesitan pare ello mayoría cualificada, es decir, tres quintas partes de la Cámara Alta.

Una tercera posibilidad sería que Hernando y López renunciaran voluntariamente a formar parte del TC, lo que daría vía libre al Senado para elegir otros candidatos o para solicitar a los Parlamentos autonómicos que designaran sustitutos.

La última alternativa sería que el PSOE admitiera los dos nombres propuestos por las comunidades del PP para desbloquear la renovación.

Esta opción es sin duda la menos probable, puesto que el PSOE considera que no son "imparciales" y muchos de sus dirigentes advirtieron de que podrían ser recusados en cuanto tomaran posesión como vocales del TC.