La tesis de Sánchez solo glosa los éxitos de Zapatero en diplomacia económica

  • El trabajo universitario del presidente es una recopilación de los logros que consiguió el Gobierno socialista en comercio y cooperación hasta 2012.
Tesis doctoral de Pedro Sánchez enla universidad Camilo José Cela
Tesis doctoral de Pedro Sánchez enla universidad Camilo José Cela
Europa Press

La tesis doctoral de Pedro Sánchez es un compendio de los éxitos del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en diplomacia económica. El trabajo de investigación repasa los diferentes cambios que desde el Ministerio de Industria, de quien dependía entonces las competencias en materia de Comercio, se impulsaron para potenciar la economía española fuera de nuestras fronteras. "Diplomacia económica inclusiva" fue la estrategia que desarrolló el equipo de Zapatero y que Sánchez pone en valor en la tesis que se ha publicado este viernes.

La tesis de Sánchez no ha sorprendido a nadie y es lo que se auguraba: a lo largo de 342 páginas relata y acumula todas las actuaciones que se realizaron en la promoción exterior de las empresas españolas desde la Secretaría de Estado de Comercio, de la que dependía directamente el Instituto Español de Comercio Exterior. El trabajo recopila información sobre todos los planes sectoriales de apoyo a las empresas que salen fuera a vender o a invertir, las actuaciones en mercados de especial interés (PIDM) y las herramientas financieras públicas que se pueden utilizar para ello (Fondo FIEM e ICO).

"La tesis demuestra la importancia que la promoción y defensa de los intereses económicos ha adquirido en la política exterior española", destaca Sánchez en sus conclusiones. El hoy presidente del Gobierno también enfatiza en su trabajo de investigación en "las acciones emprendidas por el conjunto de actores que conforman el Estado para lograr sus intereses económicos en los mercados mundiales".

Sánchez plantea en su tesis la siguiente hipótesis inicial: "Durante el periodo 2000-2012, el conjunto del sector público español ha innovado sus instrumentos de diplomacia económica con el fin de respaldar el proceso de internacionalización que atraviesan su economía y tejido empresarial". El jefe del Ejecutivo intentó demostrar si las instituciones públicas españolas (Administración General del Estado, comunidades autónomas y ayuntamientos) realizaron un trabajo adecuado a la hora de "apoyar el proceso de internacionalización económica (tanto en el fomento de las exportaciones como en la atracción y/o mantenimiento de inversiones)".

La hipótesis inicial de Sánchez se cumplió. Así, el doctor concluye que "desde 2000 hasta la actualidad, el conjunto del sector público español viene realizando una decidida acción de diplomacia económica, innovando en los siguientes frentes (a) institucional; (b) instrumental y (c) de forma inclusiva al contar, el sector público, con los actores privados en el diseño y en la aplicación de la acción económica exterior".

Sánchez también introduce un 'pero' a la diplomacia española desarrollada por el Gobierno de Zapatero: "No deja de ser una acción económica exterior muy centrada en la diplomacia comercial y las Estrategias Marca País, relegando otros elementos de la diplomacia económica (por ejemplo, la seguridad económica, la energía y la cooperación al desarrollo) sin duda importantes". Para solucionarlo lo que propone el doctor es "concebir una diplomacia económica con márgenes más amplios, que ensanche su horizonte de actuación hacia terrenos como la gobernanza económica global, la seguridad económica, la energía y la sostenibilidad global. Un campo fecundo, aún poco explorado en España, para la acción política y la investigación académica de la diplomacia económica".

En otro momento de su trabajo de investigación Sánchez elogia la decisión del Gobierno de Rajoy de crear la Marca España, allá por el verano de 2012, algo que no fue capaz de conseguir el Ejecutivo de Zapatero. Escribe el doctor: "La reciente creación del Alto Comisionado para la Marca España (ACM-E) responde a una necesidad demandada por el sector vinculado de crear una suerte de 'guardián de la marca' que coordine toda la acción exterior vinculada a la Marca España. Su dependencia directa de Presidencia del Gobierno pese a que orgánicamente lo haga del Ministerio de Exteriores, su inclusión en el COPEX (Consejo de Política Exterior) resultan pasos acertados para la plena operatividad y desempeño eficaz de su labor".

"Para la economía y las empresas españolas la creación de una Marca España reconocida, respetada y reconocible es fundamental: la literatura ha demostrado que aquellos países que no cuentan con una Marca definida claramente en el imaginario del consumidor y usuario extranjero, suelen asociarla con sus experiencias con los productos y/o servicios consumidos en el pasado, de compañías provenientes de ese país", destaca Sánchez sobre la decisión del Gobierno que él mismo echó gracias a la moción de censura.

Asimismo, Sánchez destaca en su trabajo universitario que "una de las principales aportaciones de la Tesis es la investigación de la relación entre la diplomacia económica y la cooperación al desarrollo (medida por la Ayuda Oficial al Desarrollo-AOD). Los resultados de la investigación, pese a no ser concluyentes, indican una relación positiva, al menos durante los primeros años, entre la AOD y el nivel exportador de la región hacia el país beneficiario de esa AOD".

Efectivamente, durante el periodo de tiempo que analiza Sánchez en su tesis (200-2012), desde el ICEX se atendían cada año la peticiones de entre 4.000 y 6.000 empresas, tanto las que exportaban por primera vez e iban en busca de apoyo y formación, como a quienes se pueden considerar exportadores habituales pero necesitan el respaldo de la administración para aguantar más de cuatro años con actividad exterior. Para ello se elaboraron cientos de planes de apoyo distintos por sectores, casi todos ellos todavía vigentes, que movían a las empresas en ferias internacionales (más de 400 al año), foros de inversión y misiones comerciales de todo tipo. En total, unas 700 actuaciones al año, como recoge el trabajo del presidente.

Dos claves de ese momento fueron la Conferencia Interterritorial de Internacionalización (CII), que pretendía coordinar las actuaciones que en este campo se hacían desde todas las comunidades autónomas, hasta el famoso Plan Made in/Made by Spain, una idea que el propio ministro de Industria, Comercio y Turismo, Miguel Sebastián, sacó de una de sus reuniones con el entonces presidente del Banco Santander, Emilio Botín. En ese plan se recogían gran parte de las actuaciones del ICEX en un mercado concreto, como fue el caso del Estados Unidos, donde se hicieron eventos durante más de un año para las empresas.

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