Trabajadores de la A-7 dicen que la empresa cumplía las normas de seguridad

Motril (Granada), 6 feb.- Tres de los trabajadores que se encontraban en las obras de la A-7 cuando en noviembre de 2005 se desplomó un viaducto han dicho hoy en el juicio que se sigue por este accidente, que causó seis muertes, que la empresa encargada de la construcción cumplía con las normas de seguridad marcadas.

Estos tres trabajadores, dos de ellos de nacionalidad portuguesa, han declarado esta mañana como testigos durante la segunda sesión de la vista oral que acoge el Juzgado de lo Penal 1 de Motril, donde también ha comparecido Juan Martín Enciso, que era el entonces jefe de Demarcación de Carreteras del Estado en Andalucía Oriental.

Éste último ha declarado también en calidad de testigo después de que el pasado miércoles, cuando se inició el juicio, dejara de estar imputado por estos hechos, que finalmente sientan en el banquillo a un total de once personas.

Durante su declaración, Martín Enciso ha señalado que existe un estudio redactado por una comisión a petición del Ministerio de Fomento en el que se determinó que todo el proceso en cuanto a la seguridad y salud de la obra fue "correcto".

Ha resaltado que el estudio de seguridad es un anexo que se encuentra en el proyecto de obras y que éste no se puede aplicar hasta que no se conoce cómo se van a desarrollar y ha puntualizado que no tuvo nada que ver en el proceso de adjudicación y que Fomento no tenía allí a nadie para controlar los trabajos, que dependían directamente de la empresa adjudicataria.

El segundo testigo en comparecer, quien en el momento del suceso se encontraba en el pilar central para dirigir el avance de la autocimbra, ha relatado que al cortarse un cable de luz se paró la batería derecha, por lo que detuvo el desplazamiento de la misma.

Ha dicho que el desplome se produjo "minutos después" de que se rompiera un cable eléctrico y que no se decidió desalojar la cimbra puesto que ese corte era algo que podía ocurrir "fácilmente".

Por su parte, los dos trabajadores portugueses que han declarado y que estaban situados en la zona del arco del viaducto han considerado que las medidas de seguridad adoptadas por la empresa eran las correctas, por lo que desconocen las causas del siniestro.

Un tercer trabajador portugués citado para hoy finalmente no ha comparecido al no haber sido localizado, por lo que ha quedado emplazado para próximas sesiones.

El juicio se volverá a retomar el próximo miércoles a las 10.30 horas con la declaración de otros cinco trabajadores que estaban en el lugar el día de los hechos.

El Ministerio Público pide penas de entre tres años y medio y cuatro años de cárcel para cada una de las once personas a las que acusa, entre los que figuran el ingeniero director del proyecto de ejecución de la obra y el entonces coordinador de Seguridad del Ministerio de Fomento. EFE

1010526