Proyecto paralizado

A Trinitario Casanova se le atraganta la compra de la vieja iglesia de La Moraleja

El CEO de Grupo Baraka no termina de cerrar la adquisición de unos terrenos de 18.000 metros cuadrados a cambio de unos cinco millones de euros que confirmó hace un año. Las monjas no terminan de vender.

La Iglesia de La Moraleja objeto de la polémica.
La Iglesia de La Moraleja objeto de la polémica.
L.I.

Trinitario Casanova no ha cerrado a día de hoy la compra tan sonada de la Iglesia de La Moraleja, en Alcobendas. Un pelotazo urbanístico que la propia compañía (Grupo Baraka) confirmó a La Información hace ahora exactamente un año. Se aireó entonces que el fundador del grupo y artífice de algunas de las operaciones inmobiliarias más polémicas de los últimos dos años se había hecho con los 18.000 metros cuadrados y la iglesia de una de las parcelas más solicitadas de la zona VIP de la capital por 5 millones de euros. Nada más y nada menos que la Iglesia con más solera de La Moraleja.

El hombre que cerró la compraventa del Edificio España, a cuya firma acudió vestido de torero, y entró en la Operación Chamartín, para repartir "justicia a un millar de familias a las que el BBVA ha dado la espalda", se ha echado para atrás. Su sueño de hacer una residencia de jubilados de alto standing está, de momento, más que parado. 

Este medio ha podido comprobar el elitista número 23 del Paseo Conde de los Gaitanes sigue a nombre de las Esclavas del Sangrado Corazón de Jesús, una polémica congregación de monjas que lleva dos años intentando vender unos terrenos que les donó hace décadas el conde de los Gaitanes para uso exclusivamente religioso y dar servicio litúrgico a los habitantes de esta urbanización.

Aunque parezca sorprendente, las monjas de la congregación llevan más de dos décadas intentando que el Ayuntamiento recalifique los suelos para poder venderlos aún más dinero del que piden. El consistorio, sin embargo, se ha negado siempre a realizar el trámite urbanístico. Es la Entidad de Conservación de La Moraleja quien más ha presionado para que se mantenga el culto, preservando así el deseo del donante de los terrenos, el Conde de los Gaitanes. 

Desde hace un año y medio hay cursada una petición por parte de este organismo para incluir el edificio en el catálogo de bienes protegidos de la Dirección General de Patrimonio regional. Los familiares del conde de los Gaitanes han expresado públicamente su indignación por este "afán especulador" de las religiosas. Actualmente la Iglesia sigue cerrada al culto y desde el Ayuntamiento no tienen claro qué ha pasado con la Iglesia. El Grupo Baraka se mantiene, de momento, en silencio. 

Hay que tener muy presente que La Moraleja es una zona protegida y, especialmente la zona del centro, se rige por una normativa que impide que las edificaciones superen el 0,33% de las parcelas. La finca de las Madres Esclavas tiene una superficie edificable de 6.600 metros, de los que la iglesia y el claustro ya ocupan 1.200 metros.

Con estos edificios en pie, la finca sólo tendría 5.400 metros para ejecutar una nueva construcción en el caso de que las monjas logren venderlo. Eso sí, manteniendo de alguna manera el uso religioso de los terrenos. No es la primera parcela que vende esta congregación. Limítrofe a la Iglesia está la casa que fue de Juan Luis Cebrián, originariamente esa parcela era también de las monjas. El ejecutivo de Grupo Prisa adquirió hace una década parte del terreno, que supera la hectárea, donde está la antigua casa del cura. Allí se construyó una mansión de 2.000 metros cuadrados. 

Por otro lado, Casanova sigue asentado en La Moraleja. Aquí tiene su residencia privada y su negocio. Su casa -construida en una parcela de 11.000 metros- está en Camino de la Fuente y la adquirió en 2018 por casi 13 millones euros. La central de sus oficinas está en la plaza de La Moraleja, en la calle Estafeta. No hay que olvidar que su amistad con el abogado del Estado Jesús Trillo, hermano del exministro de Defensa y murciano como él, además de residente en La Moraleja, le trajo a esta elitista zona de la Comunidad de Madrid. Pero esta es otra historia.

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