Sin fecha para las obras

El Gobierno resucita con 500 millones el túnel de Gijón abandonado desde 2006

Transportes reactiva el metrotrén de Gijón tras dos décadas abandonado y planifica inversiones para una nueva estación intermodal y la ampliación del túnel nunca utilizado hacia el este de la ciudad. 

Túnel Gijón
El Gobierno resucita con 500 millones el túnel de Gijón abandonado desde 2006.
Podemos Xixon

Un túnel recorre Gijón de oeste a este sin que muchos de los 270.000 habitantes de la ciudad conozcan que tienen bajo sus pies un túnel abandonado desde hace dos décadas. Un olvido que ahora, 22 años después de comenzar a fraguarse el proyecto, parece llegar a su fin, después de que el Gobierno haya resucitado por enésima vez el proyecto que estaba destinado a revolucionar la movilidad en Gijón. Para poder cerrar lo que lleva mucho tiempo siendo una brecha urbana, el Ministerio de Transportes ha formalizado a lo largo de este año varios trámites clave destinados a desbloquear una operación que, una vez completada, habrá supuesto una inversión superior a 650 millones de euros

El conocido como Metrotrén de Gijón fue ideado en el año 2000 por el entonces ministro de Fomento, el asturiano Francisco Álvarez-Cascos. Se planificó un túnel ferroviario de 3.538 metros que atravesaría la ciudad con tres estaciones y completaría una flamante estación intermodal para trenes y autobuses. El plan de Cascos fijaba tres años de obra y se presupuestó en 54 millones de euros. Acabó duplicando su coste hasta los 138 millones y la obra se alargó hasta 2006. No ha sido utilizado nunca y requiere de nuevas inversiones para que circulen trenes, puesto que sólo está el hueco de dos de las estaciones. La tercera, destinada a ser la más transitada de la ciudad, costará otros 40 millones y se ubicará bajo la Plaza de Europa. 

Desde entonces, tres convenios urbanísticos, siete ministros de distintos colores y un sinfín de modificaciones han cambiado los planes originales y hasta la ubicación de las estaciones. Hasta este 2022, cuando el gabinete dirigido por Raquel Sánchez ha comenzado a dar el impulso definitivo de una operación que tiene tres fases: la nueva estación intermodal, la puesta a punto del túnel ya construido y su prolongación hacia Cabueñes. En febrero se publicó el estudio informativo de la nueva estación cabecera; mientras que en mayo se hizo público el estudio de impacto ambiental de la ampliación del túnel. Las obras, como muy pronto, comenzarían en 2025, aunque el ministerio no tiene intención de fijar plazos al respecto. 

322 millones para la gran estación de Gijón

El plan del MITMA pasa por desarrollar una nueva estación intermodal valorada en 321,7 millones de euros junto a la actual estación de Sanz Crespo, levantada con la etiqueta de "provisional" en 2011. El estudio informativo hecho público en febrero deja entrever que acogerá los servicios de cercanías, ancho métrico, larga distancia, la futura alta velocidad y el recinto destinado a la estación de autobuses

Adif será la encargada de redactar los proyectos para construir la estación intermodal, el soterramiento de las vías y la conexión con el túnel del metrotrén, que se ejecutarán en distintas fases. Mientras tanto, la sociedad Gijón al Norte -integrada por Adif, el Principado de Asturias y el ayuntamiento de Gijón- estudiará la forma de financiar la obra. Una vez acordada la fórmula, redactará y suscribirá el nuevo convenio (el tercero de estas características) que también incluirá el desarrollo urbano a implantar.

Otros 202 millones para ampliar el túnel

El conocido como "plan de vías" de Gijón no sólo supondría una sustancial mejora en la movilidad, también era una operación de cirugía urbana. Eliminaba la barrera física de unas vías situadas junto al casco histórico, reordenaba espacios y construir 1.100 viviendas en el terreno que se liberaría con el soterramiento. La llegada del PSOE al Gobierno en 2004 cambió los planes y la entonces ministra Magdalena Álvarez planificó una nueva extensión del túnel hasta Cabueñes, con dos nuevas estaciones que darían servicio al hospital y la universidad de Gijón. 

Sin embargo, llegó la crisis de 2008 y el plan nunca se ejecutó. Hasta el pasado mayo, cuando Mitma sacó a información pública el estudio de impacto ambiental necesario para aprobar el estudio informativo que anticipa el comienzo de las obras. La alternativa escogida por Transportes cifra en 202,5 millones de euros el coste de la ampliación por la que circularán unos 40 trenes diarios a una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora. La puesta en marcha de toda esta operación ampliará el recorrido de la línea C-1 de Cercanías Asturias en otras cinco estaciones. 

Dos décadas de polémicas

Desde que finalizara la construcción de la galería subterránea, la historia del Metrotrén gijonés podría servir como argumento para una película de terror. Sus instalaciones han visto pasar por sus vías a adolescentes curiosos que se colaron para navegar con barcas hinchables y políticos locales que entraron a denunciar el abandono en el que se encontraba. Pasó entre 2014 y 2018, y obligaron a Adif a dar marcha atrás en su decisión de dejar que la presión del agua evitase el deterioro de la instalación, lo cual inutilizó todas las instalaciones eléctricas. Tras una gran polémica, se vació el equivalente a 76 piscinas olímpicas, más de 160 millones de litros de agua, del interior del túnel. Desde entonces, un equipo de técnicos baja a realizar inspecciones de seguridad cada quince días. Mientras, el túnel sigue sin ver pasar trenes. 

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