Un nuevo y dividido Parlamento se constituye en España, condenado a entenderse

  • El nuevo Parlamento español se constituye este miércoles dividido entre cuatro partidos principales y presionado para lograr una mayoría de gobierno ante el reto secesionista en Cataluña.

Por primera vez desde 1982, el nuevo congreso que se constituye a partir de las 10h00 (9h00 GMT) no cuenta con una mayoría clara y está dividido en cuatro bloques.

Más de 100 de sus 350 diputados representan a dos nuevos partidos reformistas, la izquierda radical de Podemos y sus aliados (69 escaños) y los liberales de Ciudadanos (40), que se sentarán junto a los dos partidos en el poder alternativamente desde hace más de 30 años, los conservadores del Partido Popular (PP, 123 diputados) y los socialistas (90).

"Nadie tiene la mayoría y nadie puede decidir por sí solo", dijo este martes el jefe del gobierno saliente, el conservador Mariano Rajoy.

Unos y otros están condenados a superar sus divergencias y trabar alianzas si quieren evitar el enfado de los votantes que serían llamados de nuevo a las urnas en unos meses, según los analistas.

Cualquier retraso jugaría en su contra ahora que los independentistas catalanes han logrado, contra todo pronóstico, formar esta semana un gobierno decidido a proclamar la independencia de esta rica región nororiental antes de finales de 2017.

"Cuando en Cataluña hay un gobierno con una mayoría absoluta clara, con una hoja de ruta, con plazos y objetivos concretos - dos años-, si los políticos españoles nos tomamos seis meses para hacer nuevas elecciones es incomprensible", subrayó Anton Losada, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Santiago de Compostela.

Tal periodo de parálisis política sería "problemático cuando evidentemente tienes una cuestión como la catalana, y tienes unas turbulencias económicas, y tienes unas reformas pendientes", añade Pablo Simón, politólogo de la Universidad Carlos III de Madrid.

"Lo que hace Cataluña es poner más presión para que lleguen a un acuerdo y arranquen la legislatura", añadió.

Rajoy obtuvo una victoria demasiado corta para gobernar solo en las elecciones de diciembre y hasta ahora ha intentado en vano lograr una coalición con los socialistas del PSOE y Ciudadanos u obtener su abstención para formar un gobierno minoritario.

"Es muy complicado que Mariano Rajoy pueda formar gobierno. Ya no tiene más aliados parlamentarios", constata Pablo Simón.

El PSOE, segunda fuerza más votada, se encuentra paradójicamente en una posición de fuerza. "El PSOE es el árbitro, es el que tiene más opciones", considera José Ignacio Torreblanca, del think tank European Council on Foreign Relations.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, primero sugirió una gran alianza de las fuerzas de izquierda, con Podemos y pequeños partidos nacionalistas e incluso los independentistas de Cataluña.

Su homólogo de Podemos, Pablo Iglesias, rechazó de facto esta posibilidad al poner una condición inaceptable tanto para los socialistas como para los otros partidos: la organización en Cataluña de un referéndum sobre la independencia.

El acuerdo in extremis el sábado entre los independentistas catalanes para avanzar hacia la secesión ha trastocado el panorama. Los partidos independentistas podrían no ser socios aceptables para el PSOE.

Así, Pedro Sánchez propuso el lunes una alianza de partidos reformistas con Podemos y Ciudadanos.

Los dos nuevos partidos ya han excluido una colaboración.

Pero el martes, Pablo Iglesias ya no hablaba del referéndum en Cataluña y no descartaba una alianza con los socialistas.

Todavía hay que dar con la fórmula de gobierno, pero los frentes empiezan a moverse como demuestra que PP, PSOE y Ciudadanos anunciaran este martes un acuerdo sobre la composición de la mesa del Congreso.

Será presidida por los socialistas, mientras los conservadores se conformarán con la vicepresidencia. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, aseguró haber servido de intermediario entre el PP y el PSOE que ni siquiera querían sentarse en la misma mesa.

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