Un PSOE más rojo aplaza el debate sobre su liderazgo

  • Eva Santos.

Eva Santos.

Madrid, 12 dic.- El PSOE cierra el año 2013 con un discurso más de izquierdas y próximo a los movimientos sociales, aunque ha aplazado el debate abierto sobre quién debe liderar ese nuevo proyecto que los socialistas esperan que les permita para mejorar en las encuestas, que les mantienen por debajo del PP.

Alfredo Pérez Rubalcaba llega al ecuador de su mandato al frente del PSOE sin haber consolidado su liderazgo, con una contestación interna que apenas ha podido frenar, en un año marcado también por el endurecimiento de su oposición a Rajoy por los recortes y el caso Bárcenas y el riesgo de ruptura con el PSC.

Casi dos años después de llegar a la Secretaría General del PSOE, Rubalcaba no ha conseguido remontar en las encuestas pese al desgaste el PP y pese a haber realizado una revisión a fondo de su proyecto en la Conferencia Política que sirvió para escenificar la unidad y como plataforma de lanzamiento de la nueva figura socialista Susana Díez.

El PSOE se ha puesto a la cabeza de la defensa de los derechos sociales y los servicios públicos, recortados por el Gobierno de Mariano Rajoy, según denuncia. Y ahora se propone liderar la oposición a la futura ley de seguridad ciudadana o a la reforma del aborto.

Pero uno de los acontecimientos que más ha condicionado orgánicamente a los socialistas este año ha sido precisamente uno que no se ha celebrado todavía, las primarias abiertas a los simpatizantes para elegir al candidato a la Moncloa, un proceso inédito en España cuya fecha se conocerá el 18 de enero, en la reunión del Comité Federal del PSOE.

Todo parece apuntar a que serán en otoño de 2014.

Este ha sido, además, el año en el que ha nacido un nuevo referente socialista, Susana Díaz, nombrada presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE-A en poco más de dos meses y en medio de la polémica sobre la investigación de los ERE fraudulentos.

El peso de la federación andaluza hace que Díaz vaya a tener mucho que decir sobre el futuro líder del PSOE, el candidato que salga de las primarias, después de que las quinielas sobre el sucesor de Rubalcaba hayan seguido engordando.

A la nómina de habituales como Patxi López o Carme Chacón -que en septiembre pasado dejó la política nacional y se fue a trabajar a Estados Unidos- se han sumado otros como Eduardo Madina, cuyo nombre es uno de los que más voluntades aúna entre la vieja guardia y la nueva hornada.

Otro de los puntos de inflexión en la estrategia del PSOE ha venido impuesto por la investigación del caso Bárcenas y el envío a prisión del extesorero del PP.

El PSOE ha agotado casi todos sus cartuchos democráticos para exigir responsabilidades por este caso: ha pedido la dimisión del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha roto relaciones con el PP y ha amagado con la moción de censura.

Aunque Rubalcaba rompió solemnemente relaciones con el PP en julio pasado, a raíz de la publicación de unos correos electrónicos cruzados entre Rajoy y Bárcenas, eso no ha sido óbice para que ambos partidos hayan encontrado después espacios de encuentro.

Por ejemplo, para la renovación de los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), un pacto que ha molestado profundamente al líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, que ha protestado dimitiendo como senador por designación autonómica.

A poco más de cinco meses de los comicios europeos de mayo de 2014 los socialistas todavía no tienen cartel electoral. Y eso que novios no le faltan.

Juan Fernando López Aguilar, que encabezó la candidatura al Parlamento Europeo en 2009 y que quiere repetir, podría estar acompañado en la lista por Elena Valenciano, Ramón Jáuregui, Jesús Caldera o José Blanco, que prefiere distanciarse de la política nacional tras el "calvario" que, según sus palabras, le supuso el "caso Campeón", archivado por el Supremo en julio pasado.

En Ferraz esperan que las europeas sean el inicio de la remontada del PSOE tras tocar fondo en las generales del 2011, con 110 diputados en el Congreso, y quedarse casi huérfano de poder territorial.

Aunque el PSOE sumó a Asturias a su exiguo dominio autonómico gracias al adelanto electoral de 2012, el gobierno de Javier Fernández cumple su primer año y medio de vida notablemente debilitado tras perder el sostén de UPyD e IU por discrepancias sobre la reforma de la ley electoral autonómica.

Rubalcaba ha tenido que sortear un año más las críticas internas de su partido y el hándicap añadido que han supuesto las continuas desavenencias con el PSC por el derecho a decidir.

Con este último las relaciones parecen encauzadas después de que los socialistas catalanes se hayan distanciado del frente proconsulta y hayan asumido por completo la defensa de la denominada "tercera vía", que consiste en ofrecer la reforma de la Constitución para avanzar hacia un Estado federal.

Los socialistas han tenido además un suplemento de ansiedad este año con otras variopintas crisis, como la generada al destaparse las abultadas facturas de la columnista ficticia de la Fundación Ideas Amy Martin o la moción de censura en Ponferrada (León) con el apoyo de un condenado por acoso sexual.

En el ecuador de la legislatura, el PSOE se ve a dos años de volver a la Moncloa y está seguro de haber alcanzado un punto de inflexión en el que, a partir de ahora, sólo cabe subir. En 2014 tendrá que empezar a demostrarlo. EFE

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