¿Usa la geolocalización del móvil? El CNI alerta del peligro de las redes en verano

En verano, más si cabe, se deben extremar las precauciones en las redes sociales. En la recomendación que realiza el Centro Nacional de Ingeligencia (CNI) a los españoles. Lo hace a través de un informe elaborado por el Centro Criptológico Nacional (CCN-CERT) en el que avisa de los riesgos para los ciudadanos de un uso irresponsable de plataformas como WhatsApp, Facebook, Instagram o Twitter. Los usuarios se enfrentan a peligros como la suplantación de identidad, el ciberacoso, los robos o la publicidad dañina o engañosa, el conocido como spam.

Uno de los principales peligros a la hora de utilizar las redes sociales pasa por la utilización de la geolocalización del teléfono móvil, lo que puede generar peligros para el usuario. El CNI recomienda no hacer uso de ella, puesto que puede ofrecer "un mapa" de la vida del usuario o de parte de ella que puede poner en riesgo al ciudadano. Por ejemplo, saber dónde está ubicado el usuario podría permitir conocer un porcentaje significativo de trayectorias geográficas y, por tanto, realizar un control de itinerarios (mapa de tiempos y de lugares) sobre un usuario en redes sociales, que podría ser empleado maliciosamente.

La advertencia de los expertos del CNI es la siguiente: "Se recomienda desactivar por defecto las geolocalizaciones de perfiles y contenidos en redes sociales, activándolos particular e individualmente sólo para contenidos concretos".

El CNI recomienda, en general, realizar un uso inteligente de las redes sociales, tomando medidas que cualquier persona adoptaría en el espacio físico. Por un lado, el servicio de Inteligencia explica que los usuarios bienintencionados acceden a las redes sociales para mantenerse en contacto con sus familiares y amigos o para ver contenido de su interés. Sin embargo, en ellas también hay usuarios malintencionados, que emplean las redes sociales como puerta de entrada para realizar ciberataques y comprometer la seguridad de los demás.

Mira también

El CNI amplía su sede y ficha a 600 espías ante los ataques a empresas estratégicas

El centro alerta también a los usuarios de que la cantidad de detalles personales disponibles en el ciberespacio incrementa el riesgo de que sean utilizados maliciosamente y ofrece una serie de consejos para hacer un uso seguro y responsable de estas herramientas de comunicación. Por ejemplo, el perfil de usuario es un "sitio permanente encabezado por fotografías, datos personales e información sobre estudios, profesión, gustos, intereses, amigos y familia" que aporta "mucha más información de la persona que su DNI o pasaporte".

Sobre los contenidos que se publican en las redes sociales, el CCN advierte de que están a la vista de otras personas, que los ven y los analizan y emiten juicios. "Si se quiere un juicio justo, se han de controlar los propios contenidos", recomiendan desde el organismo oficial. Hay, por ejemplo, una serie de contenidos sensibles que no se deben compartir, ni siquiera por WhatsApp o Telegram, tales como documentos identificativos, números de teléfono, direcciones postales, localizaciones exactas o identificadores de vehículos, entre otros.

Otra recomendación es la de introducir una "contraseña robusta" para proteger la cuenta de usuario, una protección que se incrementará si se emplea un sistema de dos factores de autenticación. Asimismo, recuerda que las redes sociales disponen de un menú de configuración de privacidad que conviene revisar, tanto para el perfil como para el contenido que se comparte. Internet está lleno de "ojos digitales", como apuntan desde CCN-CERT, por lo que hay que compartir sólo aquello de lo que se está seguro que se quiere mostrar a los demás.

En definitiva, el CCN defiende un uso inteligente de las redes sociales. Es decir, actuar en Internet de la misma manera en que se haría en el mundo físico. Esto significa, por ejemplo, que hay que cuidar y proteger las relaciones en el ciberespacio y no aceptar sin más todas las solicitudes de amistad de desconocidos. Se trata -indica el centro- de ser conscientes de que la primera línea de defensa para la protección en el ciberespacio es uno mismo.