Asador La Trainera, cocina clásica casera con inmejorables vistas a la bahía

  • Un asador de toda la vida, con excelentes vistas sobre la bahía, ofrece una rica cocina popular sin aspiración y con precios acordes a la decoración.
Un asador tradicional.
Un asador tradicional.
Un asador tradicional.
Un asador tradicional.

Cantabria extiende toda su belleza frente al Mar Cantábrico; en unos casos mostrando toda su fuerza retando las rompientes de un mar casi siempre bravío y otras, arrullando las olas que mueren en unas playas de belleza incomparable. Hacia el interior el paisaje se extiende siempre en prados de tonos verdes que protege la bruma cada mañana. Cantabría ha sabido mantener una gastronomía que, como en todo el norte, ha mantenido la esencia de un recetario popular y un producto inmejorable, que se encuentra siempre al alcance de la mano. La marmita, las anchoas, el bonito encebollado, las rabas y los potajes; constituyen su alma.

Pedreña es una población que apenas existe. No cuenta con un centro que se pueda considerar como tal, como el centro de un pueblo medianamente estructurado. Apenas una hilera de casas ubicada a ambos lados de la carretera forman un pueblo sin cuerpo, pero con alma. Cuna de Severiano Ballesteros, el mejor golfista español de todos los tiempos; vivero en el que se pescan algunos de lo bivalvos más apreciados de la región, las almejas de Pedreña; sede de la afición más señaladas de todo el norte; y el lugar desde el que se disfrutan las mejores vistas sobre la ciudad de Santander y su bahía.

En las horas de bajamar, el mar se retira para dejar paso a las mariscadoras, las mujeres de Pedreña que desde siempre bajan a faenar al mar, para pescar las mejores almejas y navajas de la zona. Los cuatro establecimientos del pueblo: Los asadores Tronky y Ezquerra, frente a las lanchas que cruzan la bahía, sardinas sublimes, El Culebreo, buenas quisquillas y el restaurante con más entidad de todos La Trainera, un local regentado por José, al que apodan El Botas, conserva la mejor gastronomía de la zona, así como la parafernalia que recuerda tiempos ya pasados, regatas memorables y deportistas históricos de la zona.

La Trainera dispone de un salón interior cuyos ventanales se asoman a la bahía para regalar unas vistas fabulosas y una terraza (de chiringuito) en la que comer cuando el tiempo acompaña. Alrededor de la barra se reúnen las gentes del pueblo para tomar el aperitivo, un vino o un café. Su cocina es absolutamente popular. El mismo gran producto que cualquier ama de casa puede adquirir en el mercado de abastos de Santander, un recetario tradicional y una forma de cocinar de esas que se estilaban antiguamente, a fuego lento para los guisos y directamente al fuego, en la plancha para los pescados.

En La Trainera se hacen muy buenos bocartes (boquerones) rebozados, un plato típico de la región. En temporada, un bonito de lujo, tanto encebollado, con abundante cebolla pochada como con tomate. El arroz con almejas es de los mejores que hemos probado y los guisos de la tierra, tanto la marmita (bonito y patata) como el cocido montañés son reconfortantes y sabrosos y las raciones son a medida... te dejan el puchero y uno dispone... Las ensaladas sobresalientes, porque el tomate y la lechuga de alguna huerta cercana, tienen sabor. Además, los chipirones tanto en su tinta con arroz, como encebollados son notables.

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