¿Qué es Síclo? El deporte que seduce a las 'celebrities' y cuesta 25€ por cada clase

Enero es sinónimo de propósitos. Y propósitos es sinónimo de deporte. Porque cada año, por estas fechas, es cuando nos mentalizamos de que esta vez vamos a cumplir ese objetivo que nos marcamos en Nochevieja de hacer más deporte en el año que entra. Por ello, este mes es clave para los gimnasios, pues para ellos es 'temporada alta', junto con septiembre. No obstante, para quienes busquen probar algo nuevo cansados de la rutina de máquinas de siempre que no les resulta efectiva, tienen una nueva opción recién llegada del otro lado del Atlántico y que ya está triunfando en las redes sociales.

Como ya se sabe, son estas las que marcan las tendencias, lo que se lleva, lo que se come, la música que se escucha y también el deporte que se hace. Y han señalado al Síclo como el ejercicio que practicar en este 2019. Pero, seguramente muchas personas se estén preguntando en qué consiste y cómo se practica esta modalidad que ya ha enamorado a las influencers y 'celebrities' patrias. 

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El Síclo, como su nombre indica, es una nueva modalidad de ciclismo indoor -de interior- estático. En concreto, toma sus raíces del spinning, el deporte que consiste en pedalear a diferentes velocidades al ritmo de la música más cañera. En este caso coge también conceptos del baile, pero en este caso con música latina. Es decir, el Síclo consiste en pedalear a diferentes intensidades a ritmo de reguetón, que es la música latina por excelencia. Todo ello en una habitación a semioscura en la que no hay ventilación, lo que potencia la sudoración.

Un deporte que tiene sus orígenes precisamente en Latinoamérica, concretamente en México, pero que ya está conquistando el mundo entero por sus amenas clases y por su eficacia. Porque se estima que en 45 minutos de práctica -que es lo que duran las clases- se pueden quemar entre 300 y 800 calorías, en función del esfuerzo de cada uno. Los que quieran probar, están de suerte, porque acaba de aterrizar en Madrid. Eso sí, prepárense para rascarse los bolsillos. 

La cadena Síclo abrió hace unos meses su primer centro en Madrid, ubicado en la calle Fernando VI, en pleno barrio de Chamberí. Un lugar muy céntrico en el que se ha comenzado a impartir este deporte después de triunfar con sus gimnasios en las ciudades mexicanas de D.F., Acapulco y Valle de Bravo. 

Aunque en ciudades como Nueva York también se practica, esta compañía se ha centrado en el mercado latino, que es el más adepto a esta música. Si bien este gimnasio no funciona como uno tradicional en el que se paga una cuota mensual y se puede acceder a todas las actividades y salas -o al menos a la mayoría-. Porque en Síclo las clases se las organiza uno mismo y, en función de ellas, se paga un importe diferente cada mes.

Y no es apto para todos los bolsillos. Porque una clase de esta disciplina cuesta 25 euros -aunque ahora hay una oferta que expira en 30 días para contratarlas por 22,50 euros-. No sería el caso de la primera, que tendría un precio especial de 19 euros -17 euros con esta oferta de enero-. Si bien se pueden comprar paquetes para que salga más económico. Por ejemplo, cinco clases cuestan este mes 108 euros, 10 clases, 207 euros, 20 clases, 278 euros, y 40 clases, 687 euros. 

Todo se contrata mediante su página web, donde también se pueden reservar las clases en el horario que mejor le venga a cada uno o en función al instructor, ya que disponen de un calendario en el que se indica a qué hora da clase cada profesor. De este modo, el Síclo se convierte en una modalidad 'do it yourself' -'hazlo tú mismo'- perfecta para aquellos que no quieren atarse a un pago mensual al que luego no sacan rentabilidad o que no tienen tiempo para ir todos los días al gimnasio.

Así, en estas últimas semanas las redes no paran de bullir con post en Instagram y 'stories' en las que las influencers lo dan todo pedaleando. María Pombo y su hermana Marta, María Fernández-Rubíes o Lucía Barcena son algunas de las que se han vuelto adictas a este deporte, que también está sacando sus clases al exterior, como la sesión que hicieron en octubre en la terraza Casa Suecia.